El presidente Alberto Fernández dijo hoy que «el crimen organizado se ha instalado» en Rosario, señaló que ese es un «problema de todos los argentinos» y le pidió a la Cámara de Diputados de la Nación que avance en el tratamiento del proyecto de ley que él mismo envió para la reforma del fuero federal para así poder «dar pelea» al narcotráfico y a los restantes delitos complejos.
Al encabezar la reunión de trabajo del programa de Capitales Alternas en la segunda ciudad más populosa de Santa Fe, el jefe de Estado explicó que el Estado nacional está poniendo «todo el esfuerzo» material y humano para combatir a las bandas delictivas que azotan a la población del lugar.
«El crimen organizado se ha instalado y no puede ganarnos. Argentina tiene que ganar, no es un problema de los rosarinos, es un problema de los argentinos», dijo Fernández, quien, acto seguido, pidió que «los diputados hagan su parte» y traten la reforma judicial que ya tiene media sanción del Senado para así «darle una pelea frontal al narcotráfico, al contrabando, a la trata de personas».
En ese sentido, criticó que se haya instalado que la propuesta de ley busque algún tipo de «impunidad» y recordó que, en cambio, se necesita de una reforma del fuero federal para mejorar el accionar de la Justicia ante una situación que «no es un delito más» sino «un sistema».
El Presidente también dedicó un párrafo especial de su discurso a la pandemia de coronavirus y confesó que al ser electo imaginaba que, para esta época, estaría viendo «cómo Argentina crecía y desarrollaba» pero que «el tiempo que le tocó» es el de pasar «el día buscando los laboratorios» para conseguir vacunas y el de ver «cuantas vidas se lleva este maldito virus».
Defendió por ello la medida de suspender las clases presenciales en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y subrayó que «el virus no se fue y vuelve con más virulencia».
Con la voz quebrada por la emoción y citando una canción del rosarino Lito Nebbia, dijo que es «un tiempo en el que nadie puede dar una respuesta».
«Cargamos la melancolía de abrazarnos, cargamos la herida de cada muerto, la pena de cada contagio. Después tanta melancolía, tanta pena y tanta herida, sólo se trata de vivir. Vivamos por favor», añadió.
Fernández había comenzado su discurso señalando el «amor» que siente por Rosario, por su gente y por una «riqueza cultural casi única» plasmada en figuras de la talla del propio Nebbia, Roberto Fontanarrosa, Fito Páez, Silvina Garré y Alberto Olmedo.
«No es lo mismo mirar las estadísticas desde un despacho de Buenos Aires que venir al territorio. Detrás de las cifras hay hombres y mujeres», dijo para destacar el proyecto de Capitales Alternas que promueve desde la Casa Rosada.
En ese sentido, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, señaló que «tiene que quedar claro» que los anuncios realizados durante el acto «son parte de un trabajo articulado entre Nación, provincia y municipio» y sostuvo que es «de esa manera que llegan mejor las respuestas» a la ciudadanía.
Señaló también las diferencias entre un Gobierno que apuesta al «desarrollo productivo» y federal respecto de la gestión que realizó Juntos por el Cambio, que proponía un «modelo fundado en la especulación financiera».
«Hace muy poquito estuvimos firmando convenios sobre tasas en el Banco Nación, con 26 millones de pesos para un crédito productivo para los santafesinos. Acordémonos, los empresarios de esta provincia se financiaban a tasas del 76 al 86 por ciento, ahora lo hacen al 24, del 30%. Eso es política de desarrollo productivo», señaló.
Minutos antes, hizo uso de la palabra el ministro del Interior, Eduardo «Wado» De Pedro, quien destacó el acto en el marco de programa de «Capitales Alternas», una promesa de campaña cumplida por Fernández.
Además del carácter de «federalismo en serio» que supone el encuentro, el funcionario destacó que las obras y las decisiones adoptadas llegan al territorio «gobierne quien gobierne, en la provincia que sea», en referencia a Rosario, que por estos días es administrada por el Frente Progresista Cívico y Social.
Comentó que -hasta el momento- llegaron 76 mil millones de pesos a la provincia de Santa Fe en obras públicas y señaló que existen muchas más que son necesarias y que no se realizaron «en los 4 años en los que el gobierno anterior pidió 100 mil millones de dólares».
En ese mismo camino habló el gobernador Omar Perotti, quien no sólo destacó los fondos para obras que potenciarán las grandes urbes santafesinas, sino también aquellas destinadas a solucionar problemas hídricos que tornan improductivas más de 3 millones de hectáreas en los bajos submeridionales del norte provincial.