Actual Presidente del Concejo de la Magistratura Porteña, Francisco Quintana, es sin dudas un claro referente en la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires. En esta oportunidad en una entrevista exclusiva con Newsweek.
¿Qué opinión le merecen las últimas decisiones de la Corte con respecto a las elecciones en algunas provincias?
-Lo que hizo la Corte Suprema de Justicia de la Nación fue respetar las constituciones provinciales que, en los casos de San Juan y Tucumán, prohíben las elecciones indefinidas. Trajo claridad sobre una situación irregular. La decisión inicial de suspender las elecciones fue absolutamente acorde a la normativa vigente.
Cuando uno quiere perpetuarse en el poder e interpretar la legislación a su antojo, es saludable que haya una instancia que ponga un freno. Eso es lo que hizo la Corte Suprema.
Lo que debería llamar la atención es que el Presidente, quien es abogado y profesor de Derecho, esté tan alejado de la división de poderes. Que tengamos que soportar una cadena nacional para criticar un fallo de la Corte y no para escuchar sobre los problemas que afectan a los argentinos habla de una desconexión total. Gusten más o menos, los fallos de la Corte hay que respetarlos.
¿Cómo evalúa la reacción del oficialismo?
-Los referentes del Frente de Todos no paran de repetir slogans que alimentan su relato y no hacen al fondo de la cuestión: en una República las decisiones de la Corte Suprema se respetan. Y, contrario a lo que cuestiona el oficialismo, que habla de un ataque a la democracia, me pregunto, ¿no será que este es un Gobierno con tan poco apego a la ley que nuestro último resguardo a la normativa terminan siendo la Constitución Nacional y la Corte?
¿Y cómo analiza la relación del Gobierno nacional con el Poder Judicial en general?
-Prácticamente la única política concreta que llevó adelante este gobierno fue en el ámbito judicial y no precisamente para mejorar la administración de la Justicia. El Poder Ejecutivo nacional se cansó de avanzar contra el Poder Judicial. Sobran ejemplos: pedido de juicio político contra la Corte y la modificación de su composición, cambios en el Ministerio Público Fiscal, la reforma judicial y del Consejo de la Magistratura de la Nación, por nombrar solo algunos. El kirchnerismo tiene una obsesión con la Justicia. El 40% de los argentinos son pobres, hay un 54% de pobreza infantil, una inflación mensual altísima, pero el Presidente decide usar la cadena nacional para congraciarse con Cristina Fernández de Kirchner y atacar a la Justicia. Las prioridades de este gobierno están muy claras.
En términos comparativos, ¿Cómo describiría al Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires?
-A diferencia de lo que sucede en el ámbito nacional puedo decir que hoy en la Ciudad de Buenos Aires tenemos un Poder Judicial que es un ejemplo por su independencia, imparcialidad y transparencia en su funcionamiento. Por ejemplo, no hay representantes del Poder Ejecutivo local en el Consejo de la Magistratura, como sí sucede en el órgano nacional. Casi no hay cargos vacantes ni subrogancias, a diferencia de lo que pasa en el ámbito nacional, donde más del 30% de los cargos están vacantes. Y contamos con un sistema de selección de jueces absolutamente transparente.
El de la Ciudad de Buenos Aires es un Poder Judicial joven, moderno. Contamos con programas que buscan garantizar el acceso a la Justicia, sobre todo para los sectores más vulnerables.
Funciona también un Observatorio de Género y un Observatorio de Discapacidad para atender esas situaciones particulares de manera prioritaria. Por otro lado, se viene trabajando mucho – incluso desde antes de la pandemia – con el fin de adaptarnos a esta nueva etapa en relación al conocimiento y las comunicaciones, y en ese sentido la firma digital y electrónica, los expedientes en formato digital, las audiencias y videoconferencias a través de plataformas virtuales que agilizan el trámite de las causas -además de facilitar el acceso a la Justicia- hacen una enorme diferencia.
¿Cuáles son los próximos desafíos para la Justicia de la Ciudad?
-Hemos puesto en práctica la Oficina de Implementación de Juicio por Jurados en el Consejo de la Magistratura. A través de esa oficina, y en coordinación con la Cámara Penal, se está trabajando con la expectativa de que próximamente se celebre el primer juicio por jurados en la Ciudad de Buenos Aires. Sin dudas va a ser un hito y un enorme desafío. Por otro lado, una de las grandes cuentas pendientes a nivel local tiene que ver con perfeccionar la transferencia de competencias.
Hoy no existe voluntad política a nivel nacional. Desde la Ciudad de Buenos Aires hay una predisposición absoluta.
De hecho se avanzó bastante entre 2015 y 2019, pero lamentablemente eso se ha interrumpido con la gestión actual. Ojalá podamos retomar con el nuevo gobierno a partir del 10 de diciembre.