El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, expresó sus dudas respecto a si la Corte Suprema podrá actuar solo con tres integrantes. Los nombramientos de Ariel Lijo y de Manuel García Mansilla, propuestos por el Gobierno para ocupar los dos lugares restantes, aun no fueron confirmados.
De hecho, el máximo tribunal emitió un fallo en el que planteó la posibilidad de operar con tres miembros luego de que se efectue la salida de Juan Carlos Maqueda.
«Cuando uno mira el tiempo que llevan los fallos de la Corte, es lamentable que tenga 15 o 20 años un tema para dictar sentencia», comenzó marcando el funcionario.
«Es un tiempo inusual. Que un proceso en la Argentina lleve 20 años es increíble«, enfatizó en una entrevista a Radio La Red.
Y fue ahí cuando sostuvo: «No sé si puede funcionar con tres jueces. Desde el punto de vista del quórum probablemente sí; desde el punto de vista de procedimiento me cuesta creer que podamos seguir teniendo una Corte con tres miembros».
QUÉ DICE EL FALLO DE LA CORTE
El último fallo, apoyado por Rosatti, Rosenkrantz y no por Lorenzetti, que planteó su disidencia, señala que «la Constitución Nacional no fija un número mínimo de integrantes para que la Corte pueda ejercer sus funciones, siempre que se cumpla con el requisito de quórum».
Y recuerda que «este criterio ha sido utilizado en diversas circunstancias históricas, aunque siempre ha sido objeto de debate».
Pero Lorenzetti, con una mirada distinta, indicó: «Cuando no hay mayorías, los jueces de la Corte deciden en ese caso designar un conjuez entre los presidentes de las Cámaras Nacionales. Esta es la regla histórica.
«Lo que está en discusión en esta acordada es algo diferente: establecer como regla general una suerte de sustitución de los jueces por conjueces, lo que afecta los precedentes, porque cambiarán permanentemente, afectando la seguridad jurídica», manifestó.
Por lo tanto, «debo disentir porque entiendo que la acordada presenta deficiencias jurídicas que pueden producir una gran cantidad de nulidades procesales».
Y agregó: «Además, no advierto razones fundadas para regular una cuestión que no necesitó regulación durante más de cien años, y no es urgente hacerlo cuando ya termina el año, y, además, es de público y notorio que es probable la incorporación de dos nuevos miembros al Tribunal».