Este viernes el presidente Javier Milei inaugura las sesiones ordinarias de 2024, y la expectativa no solo está puesto en su discurso: los legisladores de todos los espacios se preparan para una nueva etapa en la relación entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, que ahora comenzará a funcionar en pleno.
En ese marco, Newsweek Argentina conversó con Gabriel Chumpitaz, diputado nacional por Santa Fe (PRO), quien analizó en detalle este vínculo.
Aunque aseguró que su espacio quiere dotar al presidente de las herramientas para gobernar, también señala que el mandatario se equivocó al querer avanzar en más de 600 temas a la vez, sin atender a las prioridades de los argentinos que, a su entender, son la economía y la inseguridad. Por eso, sostiene que el Gobierno debería constituir una verdadera alianza con sectores de pensamientos afines, como lo es el PRO.
Además, se refirió a la interna del partido, a la relación entre Milei y los gobernadores y también a los avances en materia de lucha contra el narcotráfico en su provincia, y muy particularmente en Rosario.
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Este viernes comienzan las sesiones ordinarias. ¿Qué expectativas le genera este nuevo año legislativo?
– Estoy muy entusiasmado, entendiendo que la Argentina necesita avanzar en este proyecto de gobierno que eligió la inmensa mayoría de los argentinos. Nosotros desde una oposición responsable, acompañaremos al oficialismo en los temas que consideremos que tienen que ser así, obviamente controlando lo que tengamos que controlar, sin poner palos en la rueda, como hace el kirchnerismo.
Hasta ahora, desde la oposición dialoguista ese acompañamiento al Gobierno se ha dado de manera más bien fragmentada, ¿verdad? Porque han acompañado, por ejemplo, la Ley Ómnibus en general, pero no así en particular…
– Bueno, eso era sabido desde un primer momento. Me parece que el Gobierno se equivocó a la hora de plantear la Ley Bases y el DNU. No se puede llegar con 600 temas para debatir en tres plenarios de comisiones. Tirar un proyecto normativo de 600 temas a la parrilla…, era imposible que eso saliera y avance. Segundo, me parece que en el Ejecutivo y en el Parlamento hay que tener prioridades. Las prioridades de los argentinos son básicamente dos: la economía, y particularmente la inflación; y la inseguridad. El Gobierno debería haber centralizado sus esfuerzos en esos dos temas, el bolsillo del argentino y su seguridad.
Es prioritario mejorar el ingreso del argentino para que pueda llegar a fin de mes y que se sienta seguir. En medio de esta discusión, apareció el PRO como salvavidas y le dio una bocanada de oxígeno importante al Gobierno, porque si no, no hubiera avanzado ni un solo día esta Ley Bases.
Ahora con el Congreso funcionando a pleno, ¿esta relación Ejecutivo-Legislativo puede entrar en una nueva etapa? ¿Cree que hubo algún aprendizaje por parte del presidente Milei?
– Bueno, esa es la expectativa que tenemos todos; que el Ejecutivo entienda que no puede gobernar solo, con apenas 36 o 37 diputados. Milei tiene que formar, a mi entender, una gran coalición con personas que tenemos pensamientos similares. Aunque no pensamos del mismo modo en un ciento por ciento, en la gran mayoría de los temas pensamos muy parecido. Y me parece que eso hay que aprovecharlo. No se tiene que caer esta idea de la Argentina y no tiene que volver el populismo. No solo me parece que hay que apoyar, también creo que los argentinos así lo sienten, y por eso acompañan en un alto porcentaje.
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Mencionaba la economía y la seguridad como aspectos prioritarios en la agenda de la gente. ¿Cuáles son las prioridades del Congreso? ¿Cómo se puede ayudar desde las cámaras para dar respuesta?
– Desd eel Congreso se puede hacer mucho. Primero, controlar que el Ejecutivo trabaje bien. Segundo, generar leyes que avancen en ese sentido. Puntualmente me refiero a las leyes de seguridad, como la reforma del Código Penal; o a las económicas vinculadas a lo impositivo, para sacarle el pie de la cabeza a los que generan riqueza, a los empresarios, comerciantes, industriales. Me parece que el déficit cero no se alcanza solo con bajar el gasto público; está claro que hay que hacerlo, pero principalmente hay que generar mayor cantidad de ingresos al fisco, no aumentando impuestos, sino generando mayor productividad, más competitividad, más empleo. Cuando uno genera más exportaciones, obviamente el Estado percibe mayor cantidad de ingresos.
Hoy el presidente se encuentra enfrentado a las provincias, justamente por esta disputa fiscal. ¿Cómo analiza esta situación desde su rol de representante de una provincia fuertemente productiva como es Santa Fe?
– Desde el punto de vista político veo muy mal esta discusión entre el presidente y los gobernadores, así como veo mal la discusión entre el presidente y la Cámara de Diputados, con los ataques constantes. Me parece que tenemos que tirar todos para el mismo lado. Ahora, puntualmente hablando de la coparticipación, creo que uno de los grandes desafíos es cambiar esa matriz de coparticipación invertida que hemos sufrido. Las provincias que generan mucha riqueza, como Santa Fe, recibe muy poco, mucho menos de lo que aporta. Nosotros tenemos rutas nacionales, como la 11, la 33 y la 34 a las que ni siquiera se les corta el pasto o se les hace bacheo. Esas rutas no solo tienen récord de accidentes viales y muertes, sino que en términos productivos también son las rutas por las que sale el 80% de la producción de cereales de la República Argentina. Santa Fe aporta 4 de cada 10 dólares que ingresan al país. Hay que cambiar la distribución. Con los gobiernos populistas siempre fue todo para el Conurbano y para sus intendentes.
¿Estos recortes presupuestarios podrían limitar el accionar de Santa Fe para combatir el delito y, especialmente, el narcotráfico?
– El combate al narcotráfico es un asunto transnacional, que excede a la Argentina. Nosotros en Santa Fe, y puntualmente en mi ciudad, Rosario, tenemos otro problema que no es el narcotráfico, sino el microtráfico y el narcomenudeo, que son derivaciones. Son bandas muy violentas, clanes familiares que operan en el territorio y generan esta violencia que todos vemos en los medios de prensa. Ahora, respecto al narcotráfico, es una cuestión más global, y allí aparecen otros escenarios: no solo el microtráfico, sino también las cuevas de lavado, las financieras; aparece la Hidrovía, la famosa autopista fluvial por la que sale la gran mayoría de los estupefacientes y las drogas ilegales.
¿Cree que hoy se está trabajando bien desde el Gobierno provincial, sobre todo en la coordinación con la ministra Bullrich?
– Sí, se está trabajando muy fuerte y muy bien. El Gobernador Maximiliano Pullaro planteó prácticamente tres líneas. El reordenamiento y al conducción de la Policía para que trabaje en las calles en lo disuasivo y preventivo. El reordenamiento de la Penitenciaría, los detenidos en pabellones para criminales de alto perfil, donde van los más peligrosos. Y el tercero son las investigaciones criminales complejas, que se habían dejado de hacer en Rosario y en toda la provincia de Santa Fe. Con esas tres políticas públicas, de a poco va mejorando la seguridad y, obviamente, en coordinación con las fuerzas federales que conduce Patricia Bullrich.
Finalmente, el PRO se encamina a la elección de su nuevo presidente, y en estos días las internas parecen al rojo vivo. Sectores proponiendo a Macri; comunicados internos en contra de los gobernadores del espacio; acusaciones de aprovechamiento político. ¿Cuál es su posición?
– Son parte de las tensiones políticas, pero que nos interesan exclusivamente a los políticos. La gente está con otros problemas. No llegar a fin de mes, la inseguridad. Si Mauricio Macri preside el PRO va a ser un ordenador natural, y es lo que estamos necesitando después de 20 años de partido, con gobernadores, diputados, senadores, intendentes, concejales, legisladores. Es un partido que ha crecido, y ese crecimiento lleva también a disputas internas, como las que tuvimos el año pasado entre Patricia y Horacio. Esto genera rispideces, enfrentamientos, pero es hora de ordenarlo para volver a generar una identidad. Y del mismo modo deberá ocurrir en cada provincia. Nosotros estamos dispuestos a encarar este proceso político, a diputar la presidencia de nuestro pequeño espacio. Y en eso estamos trabajando.