La diputada nacional por Santa Fe Germana Figueroa Casas se perfila como una de las mayores candidatas a convertirse en vicepresidenta del PRO, el partido que se encuentra atravesando, según su visión, una crisis de crecimiento de la que podría salir fortalecido si Mauricio Macri finalmente vuelve a ejercer su presidencia.
En esta entrevista exclusiva con Newsweek Argentina, la legisladora, quién también es vicepresidenta de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados, analizó el destino del partido y los desafíos que le plantea a su bloque el tratamiento de la remozada Ley Ómnibus (o Ley Bases) y del Mega-DNU de Javier Milei.
(Foto: redes sociales de la diputada Figueroa Casas)
Como condición para firmar el llamado Pacto de Mayo, el presidente Milei exige a cambio, “como gesto de buena voluntad”, la aprobación de la Ley Ómnibus y el Mega-DNU. ¿Ve posible que esto suceda, teniendo en cuenta el reciente fracaso en sesiones extraordinarias?
– Era una lástima que se perdiera, porque había muchas cosas interesantes en la Ley Bases. Con algunas podíamos estar o no de acuerdo, pero sin dudas había cosas muy positivas ahí. Fue un gran trabajo y finalmente fue una lástima que no saliera nada de eso. Así que ahora la estamos esperando, aunque parece que viene con un capítulo fiscal. Es difícil opinar sobre algo que uno no ve. No sabemos si va a venir completa, si va a venir exactamente igual, si va a tener modificaciones, ni tampoco sabemos qué hay adentro del capítulo fiscal.
Por cómo lo anunció el presidente, puede deducirse que insistiría con un proyecto ambicioso, con una enorme cantidad de temas. Pero muchos dirigentes opositores y aliados marcaron eso como “un error estratégico”, y afirmaron que era más efectivo presentar todo por separado y tratar tema por tema. ¿Usted cómo lo evalúa?
– Lo que pasa es que no es lo que uno acostumbra… Lo más práctico siempre es dividir, sobre todo porque hay opiniones distintas. Cuando vinieron los expertos, las ONG, cada uno hablaba de un tema, después saltaban al otro. Se trabaja mejor agrupando temas vinculados. Pero si este es el modo que quiere el Gobierno, bueno…, lo haremos. En enero se trabajó así, y podría haber salido. Esto se trata de tener los votos. Si están los votos para los artículos, la ley va a salir; más rápido o más despacio, pero sale. El tema es que hay que hacer todo ese trabajo de ir buscando los votos. Y se veía que faltaban, ¿no? Incluso en el momento del recinto. Entonces, a lo mejor no es un error, sino que es la manera. Todo es difícil porque es nuevo. Pero, repito: para mí puede ser que en la práctica sea mejor tratar todo por separado. Tampoco soy una experta, porque soy diputada hace poco tiempo, pero los más experimentados comentan que es mucho más fácil sacar las leyes si van por temática.
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¿Y qué puede pasar con el DNU? Porque en ese caso se trata de “aprobación o rechazo”.
– Tal cual. En ese caso, también tiene cosas positivas. La reforma laboral es fundamental. Con la Justicia frenando esto, la gente queda en una incertidumbre sobre qué hacer. ¿Es válido? Porque cambia la forma de contratar. Por ejemplo, el DNU permitía a un autónomo contratar hasta cinco autónomos en su local o comercio. ¿Se puede hacer hoy? En teoría está frenado, pero vendría muy bien que se aprobara todo. Luego, si algo se quiere modificar, también se puede hacer. En mi opinión sería bueno que fuera aprobado.
Usted señalaba que cualquiera sea el objetivo, es necesario tener los votos. ¿Qué tan importante es el PRO en ese sentido para el Gobierno?
– Bueno, nosotros planteamos algunas modificaciones, que había temas que había que tratarlos con más tiempo, y en general se nos escuchó. Incluso se han modificado artículos. La mayoría de nosotros estábamos para acompañar. Desde luego, por ejemplo, en el tema de los biocombustibles todavía no teníamos la propuesta definitiva, incluso estando en el recinto, y sobre esto había divisiones. Pero es un tema muy específico. En lo global acompañamos, y especialmente al comienzo.
(Foto: redes sociales de la diputada Figueroa Casas)
En las últimas semanas se han ido poniendo de manifiesto cada vez mayores diferencias entre distintos sectores que componen el PRO. ¿Estas diferencias pueden dificultar la unidad a la hora de una nueva votación?
– Bueno, eso no pasó. Votamos todos igual hasta donde se llegó. La verdad que hemos tenido discusiones muy importantes, en las que cada uno aportaba su posición. Por ejemplo, en el caso de las retenciones no coincidíamos, y luego el tema no estuvo. Es por eso no que no se llegó a tener esa “división”, entre comillas.
Obviamente, somos un partido que ha crecido, somos muchos diputados y podemos tener posiciones distintas, pero sí coincidimos en lo más importante que es ir hacia un déficit cero, la transparencia, que haya rendiciones de cuentas, que no puedan existir esas cajas negras que andan dando vueltas, la reforma laboral, en bajar los impuestos. Tenemos un montón de coincidencias.
¿Cree que esas coincidencias van a primar para garantizar la unidad del partido en las elecciones internas de este año?
– Eso sería lo ideal. Luego depende también de cada uno. Nosotros mostramos en el bloque que los diputados del PRO podíamos trabajar muy bien, incluso con los gobernadores, con los cuales pudimos tener diálogo. Entonces, yo creo que es posible. Venimos de una interna muy fuerte el año pasado, que obviamente generó heridas. Y eso nos tiene que hacer aprender que no hay que ir tan a fondo cuando tenemos tantas coincidencias.
En las últimas semanas se la mencionó a usted como posible candidata a vicepresidenta del PRO. ¿Es cierto? ¿Le gustaría asumir ese rol y tener el desafío de representan a esas voces diversas?
– La verdad es que todavía no hay nada en firme. Hay muchas candidatas posibles. Desde luego, sería un honor poder trabajar por el PRO, sería un orgullo. Lo importante es que sí hay muchas coincidencias sobre quién puede llegar a ser el presidente, que es Mauricio Macri. Él va a ser un factor de unión. Nadie puede decir que no es un referente para nosotros. Así que apoyamos su presidencia. Luego, donde me necesiten o pueda estar para trabajar, yo estoy.
¿Mantuvo una reunión con él en los últimos días? ¿Pudieron hablar del tema?
– Él no está enfocado en quiénes van a estar en el Consejo; no se mete en ese tema. Pero sí hablamos de lo bien que habíamos trabajado en el bloque y cómo el PRO tiene que volver a mostrar su identidad. Me genera mucho optimismo que Mauricio pueda ser presidente del partido.
Desde su rol como representante de Santa Fe en el Congreso, ¿cómo analiza el conflicto entre el presidente y las provincias por la coparticipación?
– Cualquier invitación al diálogo me parece positiva. Pero, después, hay que decir que nosotros tenemos un federalismo raro, porque está disociado el gasto de los ingresos. Tenemos una Ley de Coparticipación que no cumple con el mandato constitucional de hacer una nueva ley, y que es una foto de un momento determinado. La coparticipación se determina por porcentajes que no responden a nada, ni a los aportes de las provincias, ni a sus necesidades, ni a ningún parámetro objetivo. Eso hace que se generen injusticias. Y, como se necesita unanimidad para poder modificarlo, vamos quedando en una trampa que llevó a empezar a trabajar con pactos fiscales. Y esos pactos fiscales van emparchando la Ley de Coparticipación, pero realmente está muy bueno que se discuta esto. El gobernador va a tratar de defender su provincia y lo que él considera que le corresponde a su provincia. El presidente va a tratar de bajar el gasto, porque la Nación está todavía más complicada, y su objetivo principal hoy es bajar la inflación, que es el peor impuesto de todos. Por eso, se vuelve difícil llegar a un acuerdo que satisfaga a todos.
