En los últimos días, el nombre del presidente argentino, Javier Milei, ha sido tendencia en redes sociales debido a la controversia conocida como el «Escándalo Cripto». La magnitud de la conversación digital ha sido tal que, en tan solo 72 horas, se registraron más de 3,5 millones de menciones a nivel global, con un especial foco en Argentina, donde se contabilizaron 2,5 millones de menciones en el mismo periodo según la consultora Ad Hoc.
El pico más alto de actividad digital se produjo el 15 de febrero, cuando las menciones a Milei alcanzaron 1.943.588 a nivel global.
En Argentina, el mayor volumen de menciones se registró un día después, el 16 de febrero, con 1.211.339 publicaciones. Estas cifras superan ampliamente el impacto de otros eventos políticos recientes, estableciendo un récord en la conversación digital sobre un mandatario argentino.
El volumen de interacciones y comentarios sobre Milei ha sido comparado con el escándalo protagonizado por el expresidente Alberto Fernández en agosto de 2024. En aquel entonces, la controversia generó 745.000 menciones en 72 horas. En contraste, la actual conversación sobre Milei ha sido más del doble, lo que demuestra un interés y una reacción pública significativamente mayor.
Sin embargo, el aspecto más relevante de este fenómeno no es solo el volumen de menciones, sino también el tono que predomina en ellas.
Seis de cada diez publicaciones relacionadas con Milei durante el fin de semana del 14 al 16 de febrero fueron de carácter negativo. Este nivel de desaprobación en la conversación digital establece un nuevo récord en la percepción del presidente en redes sociales, superando incluso la negatividad registrada tras su discurso en el Foro Económico Mundial de Davos.
Uno de los factores clave en la propagación de esta narrativa ha sido la incapacidad del gobierno para imponer su propio encuadre en la discusión digital.
Durante el fin de semana, los principales temas que dominaron la conversación fueron las acusaciones de que Milei podría haber estado involucrado en una estafa y los debates en torno a un posible juicio político en su contra. En este contexto, las respuestas de los creadores de la plataforma LIBRA, implicada en el escándalo, se viralizaron rápidamente y reforzaron la narrativa negativa en redes sociales.
El informe también revela datos sobre el comportamiento de los usuarios argentinos en redes sociales, lo que ayuda a dimensionar el impacto de esta controversia. Argentina cuenta con aproximadamente 40 millones de usuarios únicos en redes sociales, quienes pasan en promedio 10 horas diarias navegando en internet, de las cuales 4 horas se destinan específicamente a redes sociales. Esta alta actividad en el ecosistema digital ha amplificado la discusión y ha permitido que las reacciones al escándalo se extiendan de manera masiva.
Se confirmo que el presidente Javier Milei dará una entrevista para abordar la controversia en torno a $LIBRA.
Antes de esto, el creador del proyecto, Hayden Mark Davis, declaró que se trataba de un experimento fallido. Davis aseguró estar dispuesto a reembolsar el dinero a los inversores afectados, aunque subrayó que espera un contacto por parte del equipo del presidente.
Hasta el momento, se han presentado más de 100 denuncias contra Milei debido a su respaldo inicial al proyecto y su posterior marcha atrás en la red social X.
Se espera que en la declaración, Milei afirme que ni él ni su círculo cercano estuvieron involucrados ni obtuvieron beneficios económicos del proyecto, destacando que la iniciativa tenía como propósito financiar emprendimientos argentinos y no promover la especulación.
El impacto de este episodio en la imagen del presidente Milei y en la percepción de su gobierno aún está por verse. No obstante, las cifras presentadas en el informe sugieren que la crisis comunicacional derivada del «Escándalo Cripto» ha tenido una repercusión sin precedentes. La evolución de la conversación en los próximos días será determinante para evaluar si el gobierno logra revertir la tendencia negativa o si, por el contrario, esta crisis se consolida como un punto de inflexión en la gestión de Milei.