Durante su discurso del viernes pasado en Chaco, Cristina Fernández de Kirchner había asegurado que los cruces con Alberto Fernández en el marco de la coalición gobernante no eran una “pelea”, ni una “discusión”, sino un “debate” por el foco de la gestión, en un contexto de grave crisis económica nacional.
La exmandataria había insistido en que a la gente no le alcanza el dinero; que por primera vez se daba el escenario de sectores asalariados bajo la línea de la pobreza; y que el Frente de Todos no estaba haciendo honor al “cariño” y a la “confianza” depositada en ellos a través del voto.
Este lunes se publicó una encuesta que explica de algún modo ese “debate” y que preocupa al oficialismo, a ambos lados de la grieta interna. Se trata del “Informe Nacional Mayo 2022”, de la consultora Zuban-Córdoba y Asociados, que evalúa el nivel de aprobación de la gestión pero, además, recaba información sobre el rumbo que la población espera que las autoridades tomen en adelante.
El dato más evidente y preocupante es que la desaprobación de Alberto Fernández alcanzó un récord negativo desde el inicio de su mandato: un 68,5%, mientras que el 72% cree que el país va en la dirección incorrecta. “La negatividad, sobre todo del oficialismo, nunca fue tan alta y debería significar una alerta sobre la afectación a la capacidad de generar gobernabilidad”, advierte el informe.
De cara a las elecciones de 2023, está claro que esa es la preocupación central. Los detalles del estudio arrojan luz sobre ese rechazo, pero también sobre los motivos por los cuales el kirchnerismo ha comenzado a acelerar su agenda de posicionamiento como opción, incluso frente a sus propios socios de coalición.
Un 70% asegura que el próximo Gobierno debería ajustar el gasto público. Pero, en contradicción, un 60% sostiene que se debería aumentar la inversión en obra pública y un 89%, en educación. ¿Por dónde debería pasar ese ajuste entonces? El 63% opina que deben recortarse los planes sociales.
Aunque la posición de la mayoría apunta a cierta mirada liberal, tampoco lo es en extremo: sólo un 25% cree que debería dolarizarse la economía (idea que cala hondo entre los encuestados de 16 a 30 años), mientras que el 66% asegura que debe fortalecerse la moneda nacional.
QUÉ OPINA EL VOTO PROPIO
Pero falta más de un año para las PASO. ¿Está a tiempo el oficialimso de dar vuelta una elección que hoy parece difícil de ganar para el Frente de Todos? O, mejor dicho, ¿qué creen que deberían hacer para imponerse en 2023?
De acuerdo a Zuban-Córdoba, hoy es viable la teoría de Mario Riorda de que el país marcha a “un escenario de tercios” electorales en primarias y primera vuelta. Sacar una ventaja, entonces, pasaría por saber leer al votante propio, “cautivo”.
Por eso, la consultora discriminó las opiniones, no sólo por rango etario, sino también según “a quién votarían en 2023”. Cuando se consultó por qué debería hacerse con el gasto público, quienes apoyarían al Frente de Todos opinaron que tendría que mantenerse (43,3%) o incluso aumentarse (30%). De acuerdo al estudio, los votantes de la alianza gobernantes no estarían de acuerdo con la política de eliminación de subsidios de Guzmán y el presidente.
Por el contrario, en la oposición está claro que el gasto debería reducirse. Así lo creen el 91% de los electores de Juntos por el Cambio y el 95% entre los liberales/libertarios.
También hay una señal que estaría leyendo el kirchnerismo en relación a su electorado: el 80,4% cree que deberían mantenerse los planes sociales. En la vereda de en frente, casi la totalidad de los de JxC (90,8%) afirma que habría que eliminarlos. Allí, no pareciera haber puntos intermedios, dato clave para el discurso electoral.
Esta semana será clave también en términos económicos porque se llevan a cabo las audiencias públicas para el aumento de la energía, y ese es un eje de conflicto también en la interna. ¿Qué opinen los votantes del oficialismo sobre los impuestos? Más del 83% cree que deberían mantenerse o reducirse, y sólo un 16% sostiene que deberían aumentarse.
Finalmente, donde sí hay coincidencia es en lo referido a la obra pública. El 83,1% de los votantes del Frente de Todos afirma que debería aumentarse, opinión que comparte el 60,2% de los de Juntos por el Cambio. Para casi la mitad de los liberales/libertarios (48,1%), debería reducirse.