La desregulación de las tarifas golpea a la sociedad argentina y se suma a una altísima inflación de larga data; la incertidumbre y el pesimismo crecen en la medida en que los resultados no aparecen; la gente admite que está mal y que no sabe cuándo podrá estar mejor, pero tiene claro que no será ahora; y la enorme mayoría también cuenta que tuvo que recortar numerosos gastos para llegar a fin de mes o que directamente no llega. Sin embargo, aún así, la imagen de Javier Milei verificó una recuperación en el último mes y se mantiene en altos niveles.
Proyección Consultores, la consultora que dirige Manuel Zunino, dio a conocer los datos de su Monitor de Opinión Pública Nacional, resultado de una encuesta realizada del 4 al 8 de abril entre 2.744 casos recavados de manera online, y el dato más fuerte del informe es que la figura de Milei tiene una imagen positiva del 49,1%, lo que significa una mejora respecto a marzo, cuando el mismo indicador marcaba un 46%.
La crisis económica golpea fuerte la imagen de Milei, pero la gente no lo considera el culpable
“Si bien la evaluación sobre el presidente y su gestión tuvieron desgastes en estos primeros meses, Milei se mantiene con valores relativamente altos, e incluso en el último mes tuvo una recuperación”, analizó Zunino en diálogo con Newsweek Argentina.
Y agregó: “En un contexto en el que dos de cada tres argentinos tienen dificultades para llegar a fin de mes, prima la incertidumbre sobre el país y solamente el 35 cree que en los próximos seis meses va a haber mejoras, que la imagen del presidente se ubique en el 49% de imagen positiva no es algo muy habitual”.
“VAMOS MAL, PERO VAMOS BIEN”
De acuerdo al trabajo de Proyección, el 61,2% sostiene que la inflación y el precio de los alimentos y servicios es su principal preocupación, mientras que la inquietud por el desempleo se mantiene en la segunda posición y creciendo, con un 38,9%. El podio de preocupaciones principales lo cierra la inseguridad, con un 36,6%.
En tanto, el 38,2% dice que tuvo que recortar gastos para llegar a fin de mes, mientras que el 27,% ni siquiera llega. Solo un 6,5% admite que puede ahorrar y el resto, apenas cubre los gastos.
Ante este escenario, un 45,9% cree estará peor en los próximos seis meses, contra un 34,5% que cree que estará igual o mejor. Un 19,6% se mantiene en la incertidumbre.
Sin embargo, la encuesta de abril sigue mostrando que la gente no culpa a Milei por esta situación: señalan como gran responsable al Gobierno de Alberto Fernández. Así lo cree un 61,7% (1,7 puntos más que en marzo).
En la discusión sobre las responsabilidades, un dato parece hablar de la volatilidad de la opinión pública y de la mella que la gestión Milei empieza a sentir sobre sus espaldas, en base a sus propias medidas, pasada la “luna de miel” de los primeros 100 días. En marzo, la gente consideraba que el segundo responsable era Mauricio Macri (38%), mientras que a Milei lo ubicaban en tercer lugar con un 33,9%, cifra similar al núcleo duro opositor. Pero en abril Milei ya se ubica segundo con un 37,7% sobre Macri (37,4%).
“Más allá de que los números le den bien y sean buenos en las encuestas, imagino que en el Gobierno saben que la opinión pública es volátil, que es inestable y que se necesita todo el tiempo mantener un diálogo con la gente. Y creo que, en algún sentido, lo viene logrando muchísima centralidad en este último tiempo”, afirma Zunino.
Y detalla: “Yo lo veo al presidente muy preocupado por esto, por mantener esa centralidad, y también por algo que le cuesta más, que es mostrar logros concretos. En términos económicos, una parte de la sociedad, sobre todo sus votantes, le creen que está empezando a dominar la inflación. Y el tema de los recortes en el Estado les hace pensar que se cumple la promesa de campaña, ese mantra que se repitió tanto, de que el ajuste lo iba a pagar la casta. Así se explica un poco la recuperación que tuvo durante este mes. Es un signo de recuperación, pero no es mucho; y también es efímero. Milei va a tener que seguir alimentando su vínculo con la opinión pública para mantener estos niveles de aprobación”.
Esto parece generar una cierta confianza de cara al futuro. Por caso, el 36,8% asegura ser optimista en relación, versus un 24,1% que se dice pesimista y un 39,2% que afirma no saber qué va a pasar. Además, un 40,2% cree que el Gobierno va en la dirección correcta, contra un 39,7% que afirma todo lo contrario.
Y los que esperan, ¿cuánto esperan? Tal vez en este punto se encuentren las visiones más atomizadas, y muchas veces tiene que ver con la realidad económica de cada encuestado. Un 22,6% dice que está dispuesto a esperar más de un año para ver la luz al final del túnel (cifra consistente con el núcleo duro de Milei); un 18,4% le da entre seis meses y un año; un 13,4%, entre tres y seis meses; y un 12,3%, hasta tres meses. En tanto, un 33,3% (un tercio del total) no le da nada de tiempo.
LA OPOSICIÓN Y EL MANEJO DE LA AGENDA
Según Zunino, la alta imagen de Milei a pesar del contexto desfavorable se explica en gran parte por el recuerdo fresco de las pasadas administraciones y la falta de una figura fuerte en el espectro opositor.
Para verlo más claramente, el informe pone al tope de la imagen positiva a Milei con el mencionado 49,1%. Le siguen Victoria Villarruel, con un 47,8%; Patricia Bullrich, con 46,2%; y recién en el cuarto puesto aparece Axel Kicillof, con el 40,2%. Sexto está Jorge Macri; séptima, Cristina Kirchner; octavo, Sergio Massa; y noveno, Leandro Santoro (estos últimos tres en torno al 37%).
Asimismo, cuando se analiza quiénes pueden ser los potenciales opositores a Milei, solo Kicillof parece estar en mínimas condiciones de dar batalla hoy, con un 32,9%. Muy lejos están Massa (16,6%), Santoro (14,4%) y, sorprendentemente, Horacio Rodríguez Larreta (14,2).
“La oposición no está teniendo ninguna capacidad para desgastar su figura e imponer un encuadre, un relato propio sobre el presidente que prenda en la opinión pública”, consideró Zunino.
Finalmente, esto último se ve plasmado al evaluar cualitativamente en qué consiste el apoyo a Milei, es decir, cuáles son sus fortalezas y debilidades. Contrariamente a lo que se creía en campaña o incluso al asumir, la gente ve hoy a Milei como un político consolidado, que tiene un plan (53,7% así lo cree), que tiene actitud para mejorar el país (50,4%), que es creíble (46,4%), que es honesto (45,6%), que tiene capacidad para gobernar (43,9%) y que además tiene el conocimiento para hacerlo (43,5%).
En cambio, solo el 34,5% cree que tiene capacidad de diálogo; apenas un 34,5% cree que es una persona empática; y solamente el 33,8% sostiene que es una persona emocionalmente estable.
Pero la lectura de Zunino es que todo esto (incluyendo los pro y los contra) puede interpretarse como un triunfo de Milei. “Respecto al índice de confianza en base a diez indicadores sobre la figura presidencial, marca un promedio positivo de 43 puntos para él, con uno de ellos dando un pico de 54 puntos. Me parece que ahí hay un triunfo momentáneo de Milei, que tiene que ver con que los atributos negativos que le resalta la gente, son atributos que él no busca ocultar, sino que incluso los muestra. Me refiero la ‘falta de diálogo’, la ‘falta de empatía’, cierta ‘inestabilidad’ y a su actitud de ‘avanzar sin pensar en las consecuencias. Esto es algo que él mismo intenta destacar. Por lo tanto, Milei está teniendo la capacidad de definir tanto sus fortalezas como sus debilidades; hoy maneja la agenda”, concluyó.