El sábado pasado concluyó el plazo para presentar las listas con los candidatos que competirán en las desdobladas elecciones legislativas de la Ciudad de Buenos Aires, el próximo 18 de mayo.
En esta oportunidad, el espacio de la centroderecha se presenta absolutamente fragmentado luego de la implosión de Juntos por el Cambio y como consecuencia de la puja entre el presidente Javier Milei y el fundador del PRO, y su principal aliado hoy, Mauricio Macri.
Para Darío Lopérfido, este escenario da nuevo impulso a un fenómeno habitual en las elecciones argentinas: que los candidatos prometan cosas que no pueden cumplir, principalmente porque no serán competencia del cargo para el que buscan ser elegidos.
En su habitual espacio semanal en Newsweek Argentina, resaltó los casos de Manuel Adorni, Ramiro Marra y Horacio Rodríguez Larreta, quienes han elegido hacer campaña con fuertes críticas al macrismo y al actual jefe de Gobierno, Jorge Macri, incluso vinculándolo al ‘comunismo’.
LOS CHANTAS DE SIEMPRE
El análisis de Darío Lopérfido, desde España
Según el exsecretario de Cultura argentino y de la Ciudad y actual coordinador de la Cátedra Vargas Llosa, “la política argentina tiene un nivel bajísimo” y “cuando llegan las campañas electorales esa mediocridad se pone de manifiesto al más alto nivel”.
“Las elecciones en la Ciudad les dan a los candidatos la oportunidad de decir tonterías y, sobre todo, de tomar por idiotas a lo ciudadanos. Son pocas las opciones políticas que hablan de lo que deberían hablar todos, que es la problemática de la ciudad. La mayoría de los candidatos hablan de cosas que no cumplirán después ya que de ser electos solo serán diputados sin funciones ejecutivas. Lo que durante años se llamó ‘concejales’”, recordó.
En ese sentido, agregó: “Los candidatos hablan y prometen cosas como si fuesen a ser electos gobernadores o presidentes. Es una manera de faltarles el respeto a los ciudadanos o, peor aún, de asumir lo que de verdad sucede que es que la gente no los escucha. Aun así, los candidatos se pasan el día en los medios diciendo cosas que, por la categoría de cargo para el que se postulan, no podrían nunca cumplir. Es como un circo que llega a una ciudad cada tanto”.
Para el intelectual argentino, el caso más evidente es el de La Libertad Avanza, partido del presidente Milei. “En tren de decir tonterías, los de LLA arrancaron con todo. Los principales candidatos se sacaron una foto con una motosierra en la sede del Gobierno de la Ciudad, en Parque Patricios. De ser electos, ellos funcionarían en la Legislatura y no podrían aplicar ninguna motosierra porque no integrarían el Ejecutivo sino el Legislativo. Más que discutir alguna partida en el Presupuesto no podrán hacer, pero la función circense exige estas cosas”, señaló.
“Manuel Adorni, primer candidato a legislador, dice que va a hacer una ciudad “libre de comunismo”. Adorni será uno entre 60 que deberá discutir sobre las murgas o sobre los ciudadanos ilustres, pero le dice a la gente que su misión es liberarla del comunismo”, ironizó.
De mismo modo, apuntó contra la diputada Pilar Ramírez, exfuncionaria de Aerolíneas Argentinas bajo la gestión de Mariana Recalde y La Cámpora: “Pilar Ramírez era de La Cámpora y ahora es libertaria. Hablan como si estuvieran en La Habana y no en Buenos Aires, que es la ciudad más liberal de la Argentina. Son candidatos que se limitarán a levantar la mano cuando su jefe político les diga, pero ellos le hablan a la gente como si fueran María Corina Machado que se juega la vida por la libertad. Unos chantas que se dedicarán a la rosca todo el tiempo de su mandato”.
Pero el caso de LLA no es el único, de acuerdo a su mirada. “Los argentinos se verán invadidos por candidatos que dicen cosas sin sentido y que, además, no tendrán jurisdicción para cumplir”, y subrayó particularmente al libertario desplazado del partido oficialista, Ramiro Marra, y afirmó: “Marra prometió ‘erradicar a los fisura y prohibir que la gente duerma en la calle’. No va a tener ninguna facultad para hacer eso, pero el circo debe seguir. ¿Pensará Marra en llevarse a los que duermen en la calle a su casa?”.
Y también agregó: “Por supuesto, no podemos obviar a Larreta que empezó con el ‘olor a pis’ después de haber sido 8 años jefe de Gabinete y 8 años jefe de Gobierno (lo fue hasta diciembre de 2023). Larreta habla y dice que como diputado va a arreglar lo que no pudo arreglar en 16 años en lo más alto del Ejecutivo. Parece un chiste”.
Finalmente, insistió en su concepto de la banalización de los discursos políticos en Argentina. “La lista de burradas crecerá día a día; serán pocos los políticos que no las digan. La Argentina necesita de políticos sobrios que se dediquen a temas específicos, pero la decadencia hace que digan tonterías sobre temas que no tienen que ver con los temas reales. La política convertida en un circo es el resultado de la mediocridad imperante. La degradación permanente de lo público”, concluyó.
