La oposición se unió para aprobar un dictamen de mayoría que busca reformar la ley que regula los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). Esta medida, impulsada por Unión por la Patria, el bloque de Miguel Pichetto y una parte de los radicales, tiene como objetivo limitar el poder del presidente Javier Milei. Desde la Casa Rosada, ya se anticipa que esta reforma será vetada, sumándose a los recientes vetos del financiamiento universitario y las jubilaciones.
La victoria de la oposición se produjo en un plenario de comisiones de Asuntos Constitucionales y de Peticiones, Poderes y Reglamento. A través de intensas negociaciones, se logró consensuar un texto que establece un plazo de 90 días para que los DNU sean tratados por el Congreso. Si no se aprueban en ese lapso, estos perderían automáticamente su vigencia. Esta iniciativa se presenta como una respuesta a la creciente concentración de poder en el Ejecutivo, un fenómeno que ha generado preocupación en varios sectores.
El dictamen, que contó con 36 firmas, propone que los DNU sean sometidos al mismo procedimiento que una ley ordinaria, requiriendo la aprobación de ambas cámaras para su vigencia y permitiendo su rechazo por una sola. Esta propuesta contrasta con la normativa vigente, la Ley 26.122, sancionada en 2006, que favorece al Ejecutivo y dificulta la anulación de sus decretos. Este año, por primera vez en la historia, el Congreso logró anular un DNU que otorgaba una suma significativa de dinero a la Secretaría de Inteligencia.
Además, el nuevo dictamen establece que si un DNU es emitido mientras el Congreso está en receso, las cámaras podrán abordarlo de inmediato. Asimismo, en caso de que sea rechazado, el Poder Ejecutivo no podrá dictar un decreto similar durante el mismo período parlamentario. Esta medida busca garantizar un control más efectivo sobre las decisiones de los gobiernos.
La situación se enmarca en un contexto de creciente tensión entre el oficialismo y la oposición. El dictamen de mayoría busca no solo frenar lo que aseguran desde algunos sectores de la la oposición es una tendencia autoritaria, sino también poner límites claros a la capacidad del presidente de gobernar mediante un DNU, una herramienta que ha sido objeto de críticas. Desde la Casa Rosada, se sostiene que la reforma será vetada, lo que indica que las negociaciones políticas seguirán porque nuevamente Milei deberá pedir apoyo para poder sostener un eventual veto.
Desde La Libertad Avanza, han calificado el avance de la oposición como un intento de «golpe de Estado», una declaración que incluso había dado el propio Milei y que refleja la polarización que caracteriza el actual panorama político argentino.
«Están queriendo cambiar las reglas de juego a mitad de camino. ¿A vos te parece normal eso?» dijo Javier Milei y acusó a la oposición de estar tratando de hacer un golpe de Estado. “Si sale la reforma del DNU: se veta”
Milei ha emitido casi 40 Decretos de Necesidad y Urgencia y según un informe de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral, es el cuarto presidente con mayor cantidad de DNUs en sus primeros meses de gestión, le siguen Eduardo Duhalde (78), Alberto Fernández (60) y Néstor Kirchner (51).
Sobre los tiempos legislativos, la oposición apuesta a convocar una sesión especial antes del 30 de noviembre, buscando dar media sanción al dictamen y enviarlo rápidamente al Senado. Por su parte Milei espera que la discusión se dilate y el tema salga de agenda por lo menos por este año.
Lo que le preocupa al oficialismo es no solo que el rechazo de una Cámara sea más que suficiente para dejar sin efecto el Decreto de Necesidad y Urgencia sino también que si no se trata en un plazo de 90 días, se caería. El funcionamiento actual garantiza que si no ha sido rechazado por ambas Cámaras igual este vigente.