Los curas de los barrios populares arremetieron contra el Gobierno por la disminución del dinero perteneciente al Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), el cual estuvo en el centro de la polémica por presuntos manejos de dirigentes vinculados a Juan Grabois.
«Es un golpe muy duro bajar este financiamiento que beneficia a más de 5 millones de vecinos, entre los cuales la mayoría son menores», remarcaron en un comunicado y aseguraron que «bajar el presupuesto del FISU sería volver para atrás».
Por lo tanto, sentenciaron: «No podemos tolerar semejante retroceso que genera mayor exclusión y, por lo tanto, inseguridad y desintegración social» e hicieron hincapié en que «prácticamente es la única política pública que apunta al núcleo de la pobreza».
Y cerraron: «Confiando en la capacidad de escucha y diálogo por la cual la población los eligió, pedimos al Gobierno Nacional que se revise lo que haga falta para que la Integración SocioUrbana sea una realidad cada vez más efectiva».