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Los mozos de la Rosada: del llanto por Néstor y el golf con Menem al temor de Milei a ser envenenado
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Los mozos de la Rosada: del llanto por Néstor y el golf con Menem al temor de Milei a ser envenenado

En las últimas horas se conoció la noticia de que los mozos de la Casa Rosada iniciarían un paro luego de que la nueva administración les quitara las horas extras a través de una resolución.

En ese contexto, uno de los detalles que llamó la atención fue que el actual presidente Javier Milei desconfía de los trabajadores y del café o las comidas que le llevan.

Según informó el sitio de TN, el nuevo mandatario nunca se dejó ver por los trabajadores y cuando le llevan café o alguna comida son frenados por Mario Suli, su secretario privado, y es el quien entra con la bandeja. Incluso, su custodio personal es quien prueba los alimentos antes de ser ingeridos por Milei.

Milei sin café: los mozos de Casa Rosada anuncian un paro

La historia de los mozos de la Casa Rosada no comienza con Milei y es apasionante. Testigos privilegiados de la historia política argentina.

El 29 de octubre de 2010 fue quizás la fecha donde los ciudadanos pudieron verlos más de cerca. Durante el funeral de Néstor Kirchner un grupo se acercó hasta el Salón de los Patriotas, donde estaba siendo velado, y no pudieron contener las lágrimas.

Según cuentan, en ese momento, Máximo Kirchner se acercó hasta uno de los antiguos trabajadores, Carlos Gómez, quien llevaba más de 40 años en la Casa Rosada y le dijo: “Gómez, gracias por la atención que tuviste con mi viejo”.

En una antigua entrevista en Perfil, Gómez recordó que su hermano había sido campeón del mundo con Racing –club del que era hincha el expresidente, quien recordaba haberlo visto jugar- y sus conversaciones en Balcarce 50 giraban en torno al fútbol.

Esos mismos mozos, que durante la Guerra de Malvinas durmieron en Casa Rosada y le llevaban la pizza y el whisky al dictador Leopoldo Galtieri, también recuerdan las botellas de champagne que cada tanto les regalaba Juan Domingo Perón.

El día que asumió Mauricio Macri, juntó a todo el personal y los saludó uno a uno, cosa que no ocurría desde el gobierno de Menem.

Mientras que Milei pareciera temer ser envenenado, Carlos Menem jugaba al golf. Según reveló Gómez a Perfil hace varios años, le dijo: “Tocayo, ¿así que juega al golf? Necesito que haga de pareja mía este jueves. Y me invitó a jugar a la Quinta de Olivos. De ahí en más jugué muchas veces, incluso estando de viaje”.

A Cristina Fernández la recuerdan como “una mujer de mucho carácter” con la cual, a diferencia de su pareja, no charlaban; y a Raúl Alfonsín como “un personaje bárbaro” que les preguntaba “¿Dónde hay un mango?”.

Por el momento es un misterio cómo evolucionará la relación de Javier Milei con los mozos de Casa Rosada; lo que se sabe es que lo atenderán poco ya que el Presidente, según se informó, solo irá a Balcarce 50 los martes y jueves; el resto de los días trabajará en la Quinta de Olivos.

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