Por Gabriel Michi –
Hay miedo. Mucho miedo. Terror, en algunos casos. Y también un flujo de canalización de la bronca encarnado en una “nueva” cara de la política. Javier Milei (52) es hoy el personaje más conversado y más discutido en todos los ámbitos del poder. Y el único precandidato a Presidente que sube en las encuestas.
Todos los demás están estancados o en caída libre. Por eso la posibilidad de que el postulante antisistema, ese que se autopercibe como anarco-capitalista, pueda colarse en el ballotage hacia la Casa Rosada está asustando a muchos. A los partidos y frentes tradicionales, pero también a sectores empresariales, sindicatos, movimientos sociales, organizaciones de la sociedad civil, instituciones de todo tipo y vastos sectores de la ciudadanía.
Lo que hasta hace un tiempo se dibujaba como una quimera imposible, ahora aparece allí amenazante y cada vez con más visos de convertirse en realidad. Milei, el outsider de la política es hoy el fenómeno del que todos hablan. Y del que nadie puede augurar cuál será su destino.
Ese hombre de difícil sociabilidad, que sólo convive con sus cinco perros, hoy aspira a quedarse con todo el poder. Con un discurso incendiario, disruptivo, anárquico y provocador, supo capitalizar el enojo de muchos sectores de la sociedad argentina frente a la dramática realidad del país y sus políticos. En particular, esa diatriba contra todo y contra todos cosecha el apoyo de los jóvenes. Su prédica contra la “casta” se apalancó con fuerza en el escepticismo general.
Este economista -que dice vivir de dar conferencias por las que cobra miles de dólares- era hasta hace tres años apenas un personaje colorido que deambulaba por los medios de comunicación. Pero hoy puede convertirse en Presidente de la Argentina. En cada lugar adonde va, pequeñas o grandes ciudades, Milei es recibido como una especie de rockstar que convoca a multitudes que lo abrazan y lo vivan. Una excepción frente a la apatía que genera el resto de los dirigentes.
Su propuesta de “dolarización” de la economía argentina se ubicó en el centro de la escena en las últimas semanas, con un billete verde disparado por las nubes. La mayoría de los especialistas coinciden en que eso sería imposible y que sólo llevaría a una crisis social mucho más grave, con una devaluación de los salarios que empujarían al abismo a casi todos los trabajadores. Sin embargo, Milei insiste con esa iniciativa.
La idea de “dinamitar” al Banco Central y hacer desaparecer a esa institución también tiene muchísimos más detractores que defensores. Es más, todos le recuerdan a Milei que ni sus admirados Jair Bolsonaro en Brasil o Donald Trump en EE.UU., se animaron a tanto.
Pero ni siquiera esas fueron sus propuestas más alocadas y/o polémicas. El candidato de La Libertad Avanza se manifestó, por ejemplo, a favor de eliminar el derecho a la educación universal: «Si vos querés estudiar vas a poder, pero ahora sos rehén del sistema de adoctrinamiento del Estado. La obligatoriedad (de la educación) no funciona».
Salió Newsweek Argentina de mayo: Javier Milei, el showman del apocalipsis que asusta a todos
También se manifestó en defensa de la liberalización de las armas: “Estoy a favor de la libre portación de armas, definitivamente. Cuando las prohibís, los delincuentes las usan igual”. Y fue más allá: “No tengo problemas que la gente pueda comprar las armas en los supermercados”.
Con esa lógica –ilógica- de una presunta “libertad de mercado” que domine todo, Milei también defendió la venta de órganos. “Mi primera propiedad es mi cuerpo. ¿Por qué no voy a poder disponer de mi cuerpo? ¿Acaso el Estado no dispone de mi cuerpo, cuando en realidad me roba más del 50% de lo que yo genero? Si yo quiero disponer de una parte de mi cuerpo por el motivo que fuera, ¿cuál es el problema?”. Y concluyó: «Es un mercado más. Una decisión del individuo”, algo que fue repudiado por el INCUCAI.
Pero si todo eso fuera poco, uno de las posturas más escandalosos surgió cuando le preguntaron si él estaba a favor de la venta de niños. Algo que ameritaba simplemente un “no” rotundo como respuesta unívoca pero que desembocó en un “Depende” de Milei. «Si yo tuviera un hijo no lo vendería». Y se explayó: «Yo creo que no es una discusión hoy para debatir en Argentina. Quizás de acá a 200 años, ponele. Qué sé yo».
Milei critica al resto de la dirigencia política y la califica como “casta” pero su espacio ha actuado como una suerte de “ambulancia” recogiendo en el camino a “heridos” de otros partidos que se quedaron sin lugar. Es decir, se nutre de la vieja política que tanto critica. Y entre quienes se acercaron a él y se sumaron a sus filas hay personajes que reivindican la dictadura militar, niegan a los 30.000 desaparecidos y algunos que incluso se abrazan a ideas nazis. Eso también genera terror.
Además Milei, pese a definirse como un defensor de la libertad de elección de las personas, se opone al aborto, algo que resulta contradictorio. Y suele tener actitudes muy violentas hacia aquellos sectores que defienden la ideología de género. De hecho tiene buena sintonía con los sectores más conservadores de las iglesias evangélicas. Como Bolsonaro y Trump.
VIDA Y PASIÓN
La personalidad de Milei es un tema aparte. Muchos lo describen como un chico en el cuerpo de un adulto. Caprichoso, egocéntrico y bastante sociópata. No se le conocen amistades ni demasiadas relaciones sentimentales, ni siquiera de sus épocas como estudiante del colegio Copello en Villa Devoto ni de cuando actuó como arquero en Chacarita.
En ese aspecto quizás la relación más famosa es la que mantuvo con la cantante Daniela durante algunos meses. Después de vivir en un departamento en el Abasto por bastante tiempo, decidió mudarse a un barrio cerrado en Benavidez.
Javier y Karina Milei
El vínculo con sus padres estuvo interrumpido por años. En particular con su padre Norberto –un ex chofer de colectivos que supo crecer económicamente hasta convertirse en un poderoso empresario- quien, según el propio relato de Milei, lo maltrataba, lo golpeaba y lo menospreciaba. Le decía que nunca iba a llegar a nada. Y su madre, Alicia, hacía causa común con su padre. Ese vínculo conflictivo y violento parece haber tallado la personalidad -desconfiada y aislacionista- del candidato presidencial.
Fue su hermana dos años menor, Karina Milei, el refugio de Javier en toda su vida. A tal punto que es su mano derecha incluso en esta empresa política que ha encarado. Ella estudió Bellas Artes, que es su gran pasión, como la cocina y el fútbol con el fanatismo compartido por Boca. Karina es “El Jefe”, según la palabra del propio Milei. Así, en masculino porque no quiere que se la emparente con el mote de Cristina Fernández de Kirchner. “Todo lo que se decida dentro del espacio tiene que tener antes el visto bueno de Karina”, aseguran desde el entorno del líder libertario a Newsweek. Y Karina no lo desmiente. Todo lo contrario: “La mesa chica la integramos Carlos (Kikuchi), Javier y yo. Soy los oídos de Javier, él habla y yo sé lo que quiere. Nadie lo conoce como yo», sostuvo en una nota con Clarín.
“Con nosotros cambió la idea de lo que es un acto: esto es ir a un recital de rock. Javier se siente cómodo haciendo de rockstar. Y le encanta hacer la entrada en medio de la gente. ¿La ropa? Es la que le gusta, ¡si él tenía una banda de rock!”, describió en esa entrevista que es una excepción porque casi no habla con nadie. Karina vive hoy en una torre de lujo en Vicente López, a metros del río y de la avenida General Paz. En ese mismo complejo, pero en otro edificio, habitan sus padres.
Mientras que Javier Milei reside en un barrio cerrado de Benavidez, Valle Claro, junto con su “hijo” y sus “nietos”: cinco enormes mastines ingleses, a los que malcría en su casa de dos plantas donde tiene reservadas dos habitaciones con aire acondicionado frío-calor para que los animales estén a gusto. Lo de “hijo” y “nietos” surge de la propia valoración de Milei. Su “hijo” es Conan y sus “nietos” (hijos del primero) llevan todos nombres de economistas: Murray (por Rothbard), Milton (por Friedman), Robert y Lucas (ambos por Roberto Lucas).
Tanto Javier como Karina Milei jamás se casaron. Depositaron sus intenciones de formar sus propias familias en la crianza de sus perros (ella ahora tiene un pastor suizo llamado Aaron que, como sus “primos”, también es muy malcriado). “No tuve hijos, y Javier tampoco. Tuvimos hijos perrunos solamente», graficó Karina.
ARMADO POLITICO
La otra pata del “círculo rojo” de Milei la constituye el mencionado Carlos Kikuchi. “El japonés”, como se lo conoce, es el principal armador político y operador del referente libertario. Hombre de vasta experiencia en ese ámbito, experiodista, es señalado por muchos ex aliados de Milei como una especie de “monje negro” que destruyó esos vínculos. “Que se vaya a hacer negocios a otro lado. Hay que destruirlo”, pedía a mitad de año pasado Carlos Maslatón, el referente liberal que al final se terminó yendo del espacio y se convirtió en uno de los principales detractores de Milei y su entorno. Otros que dejaron el espacio fueron Emmanuel Dannan, El Presto, Marcos Urtubey (hijo del ex gobernador Juan Manuel) y Álvaro Cicarelli, entre muchos otros.
“Milei, por decir a todo que sí, terminó rodeado por el entorno, que está integrado por Carlos Kikuchi y la hermana Karina, quienes bloquearon a toda la militancia política que es la que lo llevó al éxito el año pasado. Esa formación de jóvenes liberales quedaron marginados”, expresó Maslatón.
A la vez que acusó al economista de “vender” candidaturas a cambio de dinero. Algo parecido pero con agravantes había denunciado la presidenta de la agrupación juvenil La Generación Libertaria, Mila Zurbrigger. «Se intercambian candidaturas por favores sexuales y dinero» acusó y reveló que actualmente tiene que moverse con «custodia y botón de pánico».
Milei junto a Kikuchi
Kikuchi, un ex vocero de los equipos económicos de Domingo Cavallo en los ’90, es quien hoy está en el día a día de los armados de listas y candidaturas de La Libertad Avanza a nivel país. Establece una regla: aquel que aspire a representar al espacio debe gozar, por lo menos, con un 10% de intención de votos demostrado. Y les prohíbe armar alianzas en sus distritos con Juntos por el Cambio u otros espacios. Todo debe pasar por su supervisión. Kikuchi se disculpó pero no quiso hablar con Newsweek.
Mientras que “El japonés” se encarga del armado a nivel nacional, Sebastián Pareja lo hace en el principal distrito electoral: la provincia de Buenos Aires. “Estamos muy bien, hay muy buena recepción en toda la provincia y cada vez hay más interesados en sumarse al espacio. El armado se está consolidando, con una estructura muy sólida”, explicó Pareja a Newsweek. Hoy cuentan con representantes en 131 de los 135 distritos provinciales y mesas ejecutivas en las ocho secciones electorales. Pareja, que fue operador del Emilio Monzó (ex presidente de la Cámara de Diputados de Juntos por el Cambio), recorre el territorio bonaerense buscando nuevas alianzas y reporta todas las novedades a Kikuchi y Karina Milei.
Milei prohibió a sus candidatos en las provincias usar su nombre e imagen en las elecciones
Y así fue como el espacio que hasta hace un tiempo no tenía referentes ni militantes en casi ningún punto del país fue llenando casilleros. En las elecciones de este año tendrán candidatos a las Gobernaciones en varias provincias: en Tucumán, con Ricardo Bussi (hijo del represor Domingo Bussi); en La Rioja, con Martín Menem (sobrino del ex presidente Carlos Menem); en Tierra del Fuego, con la pastora Ana Almirón de Pauli; en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con el economista y youtuber Ramiro Marra; y ya compitieron en Neuquén, el ex periodista Carlos Eguía (que quedó en 4° lugar con el 8% de los votos) y, en Río Negro, el intendente Ariel Rivero (también cuarto, obteniendo el 9% de los apoyos), otrora referente de Miguel Ángel Pichetto.
La estrategia es llevar candidatos a gobernador sólo en algunos lugares, acompañar a otros y sí tener candidatos a diputados y senadores nacionales en todas las provincias, a través de los partidos aliados. Hay tres de ellos que le garantizan la presencia institucional en toda la Argentina: el Partido Demócrata (con fuerte base en Mendoza); UNITE (que tiene como diputada provincial en Santa Fe a Amalia Granata, posible candidata a gobernadora por Milei) y Unión Celeste y Blanco (que fuera el soporte de Francisco De Narváez).
Todavía no se sabe a quién llevará de candidato/a en la determinante provincia de Buenos Aires. Se especuló con Juan Carlos Blumberg (el hombre que se convirtió en una cara conocida contra el endurecimiento de penas por el crimen de su hijo Axel), pero ya fue descartado; o también otra víctima de la inseguridad, Carolina Píparo, quien se alejó primero de Juntos por el Cambio y luego de José Luis Espert (otro de los que se peleó con Milei y compañía). Sin embargo es más probable que Píparo se postule a la Intendencia de La Plata. Otra posibilidad que se barajó para la provincia es Victoria Villarruel, hoy diputada junto a Milei en el Congreso de la Nación, pero hoy ya fue confirmada como candidata a vicepresidenta.
Quién es Victoria Villarruel, la compañera de fórmula de Javier Milei
Lo que si ya tienen definido en territorio bonaerense son las mesas de coordinación política (hay más de 90) y algunos nombres para las Intendencias. Por ejemplo, además del rol de armador que tiene Sebastián Parejas, están trabajando los diputados provinciales Nahuel Sotelo (líder de “La Julio Argentino”) y Constanza Moragues, que pertenecían al espacio de Espert y también se alejaron.
Y en cuanto a las Secciones electorales, también ya tienen sus referentes: en la Primera está Luciano Olivera (un dirigente de 40 años de Los Polvorines), en la Segunda y Cuarta, el periodista de Lincoln Gonzalo Cabeza; en la tercera Miriam Niveyro (psicopedagoga) y Carlos Curestis (empresario); en la Quinta, Alejandro Carrancio (Concejal que rompió con JxC en Mar del Plata); en la Sexta, Juan Obiol (abogado de Bahía Blanca); en la Séptima Geraldine Calvella (estudiante de Medicina de 22 años) y en la Octava, Juan Osaba (publicista que fue secretario municipal de Julio Garro en La Plata).
Las postulaciones a las Intendencias bonaerenses que están definidas son: Gustavo Monterio o Carlos Giuliani en Esteban Echeverría, Ramón Vera en Moreno, Osvaldo Maresca o Huho Equiza en Ituzaingó, Eduardo Varela en Merlo, Martín Uruguareña en Tigre, Roxana Garaventa en Berisso, Gustavo Arabia en Bragado, Celeste Aoruxet en Olavarría, Alejandro Oliveros en Pinamar y los ya mencionado Alejandro Carrancio en General Pueyrredón y Carolina Píparo en La Plata.
Por su parte, en el armado en las provincias, cada vez aparecen más adherentes. En Córdoba, donde por una serie de enfrentamientos internos, decidieron no llevar candidato a gobernador, el espacio de Milei tiene alianza con Gabriel Bornorini (empresario y presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio) y Rodofo Eiben (Partido Demócrata); además de contar con el ex concejal Abelardo Lozano, la presidenta del MID LOCAL Cecilia Ibañez, Agustín Paccesi (presidente del Partido Libertario cordobés), María Celeste Ponce (líder de “Pumas Libertarios) y Verónica Sikora (“La Libertad Primero”).
En Santa Fe, la principal referencia del espacio es la economista Romina Diez, de extrema confianza de Karina Milei, quien encabezaría la lista de diputados nacionales. Hay conversaciones con la mediática Amalia Granata, hoy diputada provincial, quien podría ser la postulante a gobernadora.
En San Juan figura José Peluc; en Chaco Alfredo “Capi” Rodríguez; en Misiones, Ninfa Alvarenga (ex militante de Carlos Rovira); en Entre Ríos, Miriam Muller (Ex PRO y NOS, de Gómez Centurión); en San Luis, el diputado Bartolomé Abdala (fundador del PRO puntano); en Chubut, Cesar Treffinger; y en Tierra del Fuego, además de la pastora citada el principal referente es Agustín Coto.
Mientras avanzan las conversaciones en Salta con Alfredo Olmedo, el polémico ex diputado de la campera amarilla. Y en Mendoza donde a partir de la presencia del Partido Demócrata hay varios nombres dando vuelta: la diputada Mercedes Llano; Carlos Balter y hasta hubo contactos con Omar De Marchi, vicepresidente primero de la Cámara de Diputados, pero él se mantiene en el PRO.
Así, el armado de Milei va tejiéndose en todo el país, algo que parecía un imposible hasta hace poco tiempo. Y su frente se va configurando con muchos nombres que vienen de la política tradicional, pese al alegato permanente contra la “casta”.
CONTRA TODO Y TODOS
El discurso de Milei suele ser violento e insultante para todos los que opinan distinto a él. Esas muestras de intolerancia llevaron a que se pelee con todos los sectores políticos y que tenga palabras agraviantes hacia ellos y ellas. Sólo para citar algunos ejemplos:
• Sobre Alberto Fernández: “No sólo es un ignorante que constituye una vergüenza para los argentinos de bien”. El presidente había dicho que Milei es una amenaza para la democracia: «Hitler no llegó por un golpe de Estado, llegó votado por los alemanes. Muchas veces los autoritarios se valen de la democracia para poder acceder al poder». Milei lo acusó de banalizar el Holocausto y señaló que el gobierno del FdT es “la verdadera amenaza para la democracia”.
• Sobre Cristina Fernández de Kirchner: “No es que ella renuncia a las candidaturas porque no quiere. En realidad, ella renuncia porque no puede. Hoy Cristina tiene una imagen negativa del 75%. Por lo tanto tiene un techo electoral muy bajo. A Cristina le quedó la etiqueta de ‘chorra’ y no se lo va a poder sacar”. CFK hizo pocas referencias a Milei. Una de ellas fue: «Tenemos que tener un Banco Central, aunque algunos lo quieren quemar. Bidones de nafta es lo más fácil y rápido de conseguir pero, ¿ustedes piensan que las cosas pueden solucionarse de ese modo en la República Argentina?».
• Sobre Horacio Rodríguez Larreta: “Si vos tenés que recurrir a la trampa para ganar, perdiste antes de empezar. Y ahora estamos frente a un perdedor, un cobarde, un inseguro. Para el jefe de Gobierno de la Ciudad, la traición es un dato en su vida. Es tan o igual de siniestro que Cristina Kirchner. La única diferencia es que tiene buenos modales». El jefe de Gobierno porteño dijo en el encuentro con empresarios en el Hotel Llao Llao: “Los que quieran instalar que yo quiero un cambio a medias, les están mintiendo en la cara. Yo estoy para liderar un cambio real y duradero, no cuenten conmigo para bravuconadas inconducentes. Eso, que quede para un reality show”, en clara referencia a Milei.
• Sobre Mauricio Macri: «hizo un gobierno tan malo que trajo de vuelta al kirchnerismo. Cuando quiso poner como ministro de Economía a Carlos Melconián se lo bochó Elisa Carrió y le puso al chanta vende humo de Alfonso Prat-Gay, el campeón del gradualismo, y generó un desastre». Ahora Milei plantea que podría hacer una alianza con Macri (y Patricia Bullrich). El ex presidente también envió señales de acercamiento.
• Sobre Elisa Carrió: “Ella asegura que si gano se va del país. Lo dice mientras el kirchnerismo lleva gobernando 16 de los últimos 20 años. Es claro que se siente más cómoda con los K, que dice combatir, que con nosotros. Carrió integra esa casta. Hace 30 años que vive de la política”. La líder de la Coalición Cívica efectivamente dijo que si ganaba Milei se iba del país.
• Sobre Gerardo Morales: “Morales me dice loco a mí. La pregunta es: ¿te parece bien tener cuarenta familiares dentro del Estado? ¿Quién es el loco? ¿El que quiere terminar con toda esa basura o el que tiene ese alma de dictador adentro? Vamos…”. Morales sostuvo que “Si Javier Milei fuera presidente, sería un salto al vacío» y lo describió como un “desquiciado”.
EL “PLAN MILEI”
En el caso de llegar al poder, Milei promete aplicar el “Plan Motosierra”. Y asegura que, ante la posibilidad concreta de que el Congreso le rechace la dolarización, la llevaría a una consulta popular. En el caso de que el Parlamento también le diga que no a esa propuesta, se plantea acelerar el recorte en el gasto público, buscando que el sector público deje de ser un factor de expansión para convertirse “fuertemente contractivo”. El economista libertario apela a un shock muy fuerte que lleve a bajar de manera muy rápida a la inflación y no buscar “querer recrear una moneda que es mucho más costoso sino también más riesgoso”, porque siempre está la posibilidad de que “te vuelvan a invadir”.
Milei asegura: “Voy a bajar la inflación como sea y de ser necesario lo voy a hacer a garrotazos. Si el Congreso me da la dolarización, la bajo más rápido. Pero si no me lo dan, voy a hacer un ajustazo en el sector público y voy a hacer que me absorba los pesos. Voy a exterminar a la inflación”. Según Milei la reforma hay que hacerla a fondo y sin vuelta atrás porque “si es reversible, después te vuelven a hacer dunga dunga”. Por eso se plantea que las reformas deben ser irreversibles.
Por otro lado Milei insiste en que el otro eje de su política económica es eliminar el Banco Central. “Es de índole moral”, asegura. Y sostiene que el rol del BCRA de contralor y regulador de los bancos sería innecesario porque un escenario de banca libre llevaría a que los errores los paguen los banqueros con su patrimonio.
Milei le respondió a Cristina por sus críticas a la dolarización
Cuando se le cuestiona que el “ajustazo” que él propone no se puede llevar adelante sin un alto costo social, Milei asegura que lo que va a apretar son las clavijas de la política. Y en ese escenario su propuesta comienza “eliminando de cuajo la obra pública”, como también las “transferencias discrecionales” que, según su mirada, van a las provincias de cuentas fiscales más opacas.
También apunta a eliminar los subsidios económicos recalibrando la ecuación financiera de los contratos. Por ejemplo, “eliminar el Impuesto a las Ganancia reinvertidas (para adelante) y permitir que las empresas se endeuden más a un menor costo y así bajar los precios”.
En su “Plan Motosierra” también promete que cerrará los medios públicos y bajará con los regímenes de privilegio; buscará una flexibilización extrema del mercado laboral potenciando un seguro de desempleo.
Aunque asegura que dentro de su gabinete de 8 ministerios, cobrará un rol fundamental el de “Capital Humano” (que tendría 4 áreas: niñez, salud, educación y trabajo) que, entre otras cosas, tendrá a su cargo el manejo de los planes sociales porque “no se pueden eliminar de un día para el otro”. “Si mientras vos estás haciendo la reforma recibís un shock negativo no poder desentenderte de la gente; cortaré más de otro lugar, más rápido, no negocio el objetivo fiscal ni el monetario pero le hago pagar más costo a la política”, asegura.
Con la “motosierra” en la mano (y en la boca), Javier Milei puede llegar a ser Presidente de la Argentina. Algo que hasta hace un tiempo parecía una ficción imposible, una pesadilla inalcanzable, y que hoy puede convertirse en una cruda realidad. Por eso, la preocupación de tantos. El miedo. El terror.
