A solo 48 horas de haber asumido la presidencia, Javier Milei parece haber dejado en claro que cambió su exacerbado dogmatismo por un evidente pragmatismo político a la hora de armar su equipo de gobierno y diseñar sus primeras políticas.
Así lo entiende Cristian Buttié, director de CB Consultora de Opinión Pública, quien analizó en diálogo con Newsweek Argentina estos primeros días de Milei al frente del Poder Ejecutivo Nacional, y también cómo sus acciones empiezan a repercutir en “la gente”, es decir, entre quienes lo votaron y quienes no lo hicieron.
Cristian Buttié, director de CB Consultora
A modo de introducción, evaluó: “El inicio de gestión de Milei es un claro ejemplo de un escenario en la faz agonal de la política, que es justamente la disputa de poder, y luego la faz arquitectónica, la construcción de ese poder, siendo mucho más pragmático que dogmático”.
¿A qué se refiere con este “pragmatismo”? “Son muchas las propuestas de Milei que, por lo pronto, en una primera instancia, parecen estar quedando guardadas en un cajón, porque el pragmatismo lo lleva a tener otro tipo de decisiones. Por ejemplo, el acercamiento indirecto con China, porque entiende que el Swap chino es necesario para la financiación del Estado. O la no quita de impuestos, incluso con la potencialidad de que algunos aumenten, como es el caso del Impuesto País”, detalló el consultor, que fue uno de los pocos que proyectó un amplio triunfo de Milei en el ballotage.
“Todo esto explica que una cosa es la campaña y otra cosa es la gestión. Obviamente, el gran desafío de quienes analizamos la opinión pública, es identificar cómo es la gestión. ¿Cómo es? ¿Cómo eso lo afecta al presidente? Y nosotros identificamos tres tercios en la imagen del presidente”, aseguró.
¿Y cómo se conforman esos tres tercios de los que habla Buttié? “Un tercio que tiene imagen muy buena del presidente, que puede identificarse como su base electoral, que potencialmente va a tener más paciencia que el resto, frente al pragmatismo de Milei”, explicó.
El segundo, señaló, “también tiene buena imagen, pero que lo terminó votando (obviamente no en su totalidad, pero sí un gran porcentaje) en el marco del ballotage; no tanto por el agrado de su figura, sino por el desagrado de lo que le generaba el oficialismo, el peronismo, el gobierno de Alberto Fernández”. “Yo creo que este el segmento al que hay que empezar a analizar para ver cómo evoluciona”, agregó.
El «anunciado» triunfo de Milei y la consolidación de “una nueva fuerza política de derecha”
Y, por último, “tenemos un tercer tercio de los argentinos que claramente tiene una mala imagen de Milei y que va a ser su núcleo duro opositor porque cree ‘que vuelve lo mismo’».
Sobre el tercio del medio, el tercio que lo votó a Milei pero en realidad para que no gane el oficialismo y que no está fidelizado a la figura de Milei, va a ser muy interesante ver su evolución”.
“En la medida en que crezca la imagen negativa, o que esa imagen positiva se transforme en negativa, este grupo puede generarle una situación complicada de gobernabilidad. No digo que vaya a correr riesgo su gobernabilidad, pero sí que ya no va a estar en una luna de miel. Va a entrar en una praxis absoluta”, indicó Buttié.
Por esta razón, consideró, “la conformación del gabinete, los primeros días y las primeras medidas, explican por qué a Milei le toca sí o sí ser pragmático y no dogmático”. Y esto se traduce en gestos que apuntan de manera directa al segundo grupo mencionado, es decir, quienes lo votaron pero a partir de un rechazo a la otra opción, y no como principal elección.
LA IMAGEN DE MILEI EN EL INICIO DE SU GOBIERNO
Javier Milei consiguió en la primera vuelta electoral casi un 30% de los votos y en el ballotage, en el que solo se elige entre dos opciones, casi un 56%. Entonces, ¿cuál es el verdadero soporte popular del nuevo presidente y cuál es su verdadero margen de maniobra para tomar medidas que él mismo calificó como “duras”?
Apenas concluida la segunda vuelta, CB Consultora de Opinión Pública realizó una encuesta para entender cuál es la imagen positiva y cuál la negativa de Milei una vez consagrado presidente. Y el resultado fue sorprendente: en los días siguientes a la elección, la imagen positiva fue mayor al porcentaje de votos.
Fuente: CB Consultora de Opinión Pública
En efecto, un 59% de los 2012 encuestados de manera online (del 21 al 22 de noviembre) aseguraron tener una imagen positiva de Milei. Un 28,8% dijo que tenpia una imagen “muy buena” y un 30,2%, aseguró que era “buena”.
En cambio, un 33,7% dijo tener una mala imagen: un 10,5%, “mala”; y un 23,2%, “muy mala”. Y un 7% respondió “no sabe/no contesta”.
Fuente: CB Consultora de Opinión Pública
Muy probablemente, este resultado mayor al porcentaje obtenido en los comicios se explique por las expectativas, es decir, el voto “a favor del cambio” en líneas generales, que señalan muchos analistas. De hecho, la encuesta muestra que un 47,3% dijo tener “muchas expectativas”; y un 19,5%, “algo de expectativa”. En tanto, 29,4%, casi un tercio (lo que coincide con el tercio opositor mencionado por Buttié), afirmó no tener “ninguna expectativa”.
¿Esto condiciona de alguna manera (a favor o en contra) el plan de ajuste planteado por Milei en su discurso? Los datos de la encuesta de CB podrían dar algunos indicios. La consultora preguntó a los encuestados qué tipo de ajuste estarían dispuestos a aceptar.
Fuente: CB Consultora de Opinión Pública
Casi un tercio (que coincide con el tercio fidelizado de Milei) sostuvo que el presidente debe hacer “el mayor ajuste posible”. Pero un 53% abogó por un “ajuste moderado sin tocar la salud, la educación pública y las partidas sociales”. Solo un 15,4% dijo que no debía hacerse ningún ajuste.
Finalmente, ¿habrá un choque entonces entre expectativas y las políticas que efectivamente se anuncien? ¿Generará esto conflictividad social? Para más del 36% de los encuestados, el PJ y los gremios jugarán en contra del gobierno, mientras que un 28% no sabe qué pueda ocurrir.
