Este domingo, los argentinos concurrieron por última vez a las urnas para el ballotage, en el que se definirá al próximo presidente entre Sergio Massa (Unión por la Patria) y Javier Milei (La Libertad Avanza).
Pablo Romá, sociólogo y director de la consultora Circuitos, habló con Newsweek Argentina y analizó el contexto al que se llega en esta segunda vuelta electoral, como también en el que asumirá el próximo mandatario.
¿Cómo es el escenario en el que se da este ballotage?
Bueno un escenario bastante peleado, disputado, con una campaña que ha sido muy intensa, con dos propuestas muy marcadas, antagónicas te diría. Es un escenario complejo donde se definen cosas muy importantes.
Desde los dos lados remarcan que estas son las elecciones más importantes de la historia. ¿Consideras que sea así?
No se si de la historia, pero si es una elección muy importante. Creo que que define qué características va a asumir la economía para después del 10 de diciembre. Se juega mucho también el rol del Estado.
¿Hay diferencias o similitudes con el ballotage del 2015?
Hay similitudes en términos de cierta paridad. Pero la diferencia mayor es que hoy se discute muy claramente el rol del Estado y ahí marca gran parte de la diferencia con la de 2015, que eso no estaba así planteado. Hay cuestiones que tienen que ver con un cambio más radical, de cuestiones que se han construido históricamente en la Argentina sobre el Estado, el Banco Central, que se pusieron en discusión en la campaña.
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Con la polarización que hay en la sociedad y en el Congreso, ¿Cómo va a ser la gobernabilidad del próximo presidente? ¿En qué contexto asume el próximo presidente?
Desde ya que la gobernabilidad va ser muy importante. Para Milei, la idea de la anticasta es una idea en la cual esa gobernabilidad puede ser importante, pero entendiendo la no necesidad de apoyarse en esos sectores para llevar adelante sus programas, sino más bien apoyarse en lo popular o en la sociedad. Me parece que no está tan clara la idea de realizar acuerdos en el programa de Milei. Si claramente en el de Massa está la idea de la unidad nacional que implica acuerdos políticos, generar condiciones para la gobernabilidad. En Milei eso no está planteado así directamente. También hay una crisis de representación y en esa crisis entra no la gobernabilidad, pero sí la distancia que hay hoy entre la política y la sociedad.
¿Y cómo está la sociedad de cara al próximo gobierno?
Claramente la elección no significa un cheque en blanco, va a haber condicionamientos en términos de la capacidad de quien gane de resolver los conflictos y dar respuesta a las demandas de la sociedad. Si eso no ocurre, yo creo que puede haber tensión.
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¿Cómo quedaría la oposición?
Eso es difícil saberlo hoy, es especular. Habrá que ver qué es lo que sucede, qué es lo que pasa con Milei si gana, qué medidas puede pasar por el Congreso y ahí se conformará un poco la oposición. En el caso de Massa, quizás ahí también haya que ver cómo establece esos diálogos y acuerdos, las convocatorias a la unidad nacional y quiénes forman parte y quiénes no. Pero es muy difícil saberlo.
¿Qué puede pasar con Massa si gana Milei, y con Milei si gana Massa? ¿Qué rol van a ocupar?
Es difícil saberlo. Cada uno, el que gane y el que pierda, va a tratar de encontrar un lugar. No es sencillo encontrarlo y mucho menos imaginarlo previamente.
¿Qué puede llegar a pasar este lunes tras las elecciones en el plano político?
No es lo mismo que gane uno u otro, en términos de cómo lo pueda llegar a tomar la política. En el caso de Massa, la idea del llamado unidad nacional puede generar una expectativa a ver cuál es el llamado, quiénes son las fuerzas que lo pueden componer. En el caso de Milei, hay un poco más de dudas al respecto, sobre todo porque su campaña ha tenido momentos de ida y vuelta en términos de afirmación de determinadas cuestiones y después retrocesos. Hay mucha incertidumbre.
