En medio de las negociaciones para aprobar la Ley Ómnibus, el presidente Javier Milei defendió las medidas adoptadas por su gobierno y aseguró que “no hay plan B”.
En una entrevista con The Wall Street Journal, el mandatario advirtió sobre la necesidad de implementar cambios y volvió a asegurar que el tiempo para alcanzar los objetivos esperados podría llevar dos años.
“No hay plan B para hacer las cosas bien. Haces las cosas bien o las haces bien, porque si el plan B es empezar a hacerlas más o menos o negociar… Esa es la historia de Argentina, así estamos”, expresó.
Al respecto, sostuvo las privatizaciones: “Todo lo que pueda vender de empresas del Estado lo voy a hacer a la máxima brevedad. Lo que pasa es que hay restricciones institucionales”.
Además, resaltó que la base monetaria de Argentina aumentó a casi 8.000 millones de dólares, y confirmó su intención de dolarizar la economía. “Si nosotros termináramos de limpiar todos los pasivos remunerados del Banco Central estaríamos en condiciones de dolarizar por muy poco dinero. Nosotros siempre hemos hablado de una libre competencia de monedas de lo que elijan los argentinos, y es probable que en un momento inicial elijan el dólar”.
Consultado sobre cuánto pueden esperar los argentinos hasta que se materialicen los cambios de sus reformas, mencionó que el pueblo “entiende que este proceso puede durar cerca de dos años”. Sin embargo, admitió que “hay una luz de alerta que dicen que es difícil aguantar más de un año”.
Y sumó: “La verdad es que cuando nosotros empezamos a ver la forma en la cual están corriendo los datos y cómo se está moviendo la inflación, nosotros mismos estamos sorprendidos con la velocidad a la cual estamos alcanzando resultados”.
Sin embargo, remarcó la necesidad de que lleguen nuevas inversiones al país: “Una de las cosas que sucede es que cuando haces un ajuste fiscal aumentás el ahorro. Si ese ahorro no tiene una contrapartida de inversión, aparece la caída de la actividad económica, la caída del empleo y de los salarios reales”.