El gobernador de Chubut, Nacho Torres, dejó en claro que él no está de acuerdo con que el PRO se una con La Libertad Avanza.
«Yo no sería funcionario de este gobierno», sostuvo y desarrolló: «Cuando un espacio pierde la capacidad o vocación de poder se desgrana, no tenés más forma de construir».
«Yo siempre voy a ser consecuente con lo que creo», afirmó en una charla con LN+ y afirmó: «Eso implica la construcción de un espacio donde PRO tiene un potencial enorme de recuperar esa identidad, mística, pero necesita depurar dos perfiles: el alcahueterismo político y esa carroña que al no poder enamorar al electorado quiere que todo le vaya mal, que explote. Esa carroña es muy dañina para la Argentina«.
Por lo tanto, adelantó: «Si el PRO se fusiona con La Libertad Avanza, me voy».
«El PRO se está reconfigurando hacia un partido mucho más federal de lo que era«, aseveró y recordó que «la hegemonía de PRO siempre fue dirigentes porteños». «Hoy tenemos dirigentes en el interior que son jóvenes, que tienen ganas de liderar este trasvasamiento generacional dentro de PRO y tenemos una persona como Mauricio Macri que lo entiende».
En ese sentido, destacó: «Tenemos a un Mauricio Macri mucho más pendiente de la construcción real de esas bases de PRO que de la coyuntura, incluso hasta dejando pasar algunas chicanas y cosas para no perder el tiempo en pavadas».
«SI MILEI LA EMBOCA Y A ARGENTINA LE VA BIEN, LO VOTO CON LAS DOS MANOS»
En otro pasaje de la entrevista, Torres se refirió a la gestión de Milei e hizo hincapié en que «necesitamos llamar a la unidad nacional, pero desde una Argentina que mire al futuro» por lo que le pediría al presidente que «pare la pelota, levante la cabeza y entienda que es momento de buscar aliados y no sistemáticamente buscar enemigos».
Acto seguido, manifestó que si el mandatario «la emboca y a la Argentina le va bien, lo vota con las dos manos».
Y agregó: «Creo poder ser un buen aliado porque quiero que a mi país le vaya bien, más allá de que tenga posiciones muy distintas, hasta antagónicas en un montón de cuestiones».
El gobernador indicó que «está muy bien la obsesión de arreglar la macroeconomía, pero también tenemos que ver de qué manera generamos una agenda de crecimiento» porque «gobernar también es generar trabajo». «No es que el resto se arregla solo por ósmosis. Tiene que haber alguien conduciendo esa agenda de desarrollo», añadió.