El presidente Javier Milei volvió a cargar con dureza contra un sector del periodismo al que acusó de operar con prácticas desleales y de formar parte de un «monopolio de la palabra».
A través de un mensaje en su cuenta de X, el libertario expresó su crítica hacia lo que considera una manipulación mediática sostenida por algunos periodistas, a quienes calificó de «delincuentes del micrófono».
«Gracias a la tecnología, los celulares y las redes sociales, sus víctimas ya no están atadas de pies y manos. Ahora tienen capacidad de respuesta y eso demuestra que estos pseudoperiodistas no son grandes púgiles, sino bastante mediocres frente a rivales que aprendieron a defenderse», afirmó.
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Milei también señaló que muchos de estos comunicadores no solo han mentido o calumniado, sino que incluso habrían cometido actos de extorsión. «Les llegó el momento de bancarse el vuelto por todas las injurias y calumnias que han difundido», arremetió, marcando un tono confrontativo hacia quienes considera parte de una estructura mediática poco ética.
El mandatario hizo énfasis en el impacto de las redes sociales como herramientas que, según él, han democratizado el acceso a la información y reducido el poder de los grandes medios de comunicación. «Se les terminó el privilegio de casta que ejercieron con tanta violencia. El mundo cambió para bien, y a ustedes se les acabó el monopolio de la palabra«, agrega.
Además, apuntó contra las respuestas conjuntas que suelen publicar los medios en defensa de sus colegas, calificándolas como un ejemplo de «colusión». Según Milei, estas acciones transforman un mercado competitivo en uno monopólico, distorsionando la dinámica de la libre competencia.
En su mensaje, también instó al periodismo a «trabajar honestamente» y aceptar las nuevas reglas del juego. «Les llegó la hora de competir de modo limpio. Ahora van a ganar menos dinero, pero eso es normal en un mercado libre», concluyó, despidiéndose con un tajante «¡Ciao!».
La declaración de Milei refleja su postura crítica hacia una parte del periodismo y reafirma su compromiso con lo que denomina la «batalla cultural» que propone desde su discurso político.