El fiscal de San Isidro, Fernando Domínguez, aceptó la propuesta de Alberto Fernández y de su mujer, Fabiola Yáñez, de donar $1,6 millones y $1,4 millones, respectivamente, para cerrar la causa conocida como «Olivosgate».
Al difundirse la noticia, la oposición salió a cruzar rápidamente al Gobierno. Desde Juntos por el Cambio, la diputada porteña y exgobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, remarcó que «la fiestita en Olivos no es ‘solo una causa’, es otra prueba de que el kirchnerismo es enemigo de la igualdad ante la Ley», porque «están convencidos de que son y merecen más que el resto de los argentinos».
Por su parte, el legislador, Ricardo López Murphy, recordó que «millones de argentinos fuimos amenazados y miles fueron detenidos mientras el Presidente incumplía la cuarentena festejando en Olivos» y aseguró que «pagar para cerrar la causa no es justicia, es impunidad».
En esa línea, Ramiro Marra, diputado por Avanza Libertad, fue contundente y aseveró: «Corrijo: La fiscalía aceptó la coima de Alberto Fernandez» mientras que el exintendente de Morón, Ramiro Tagliaferro, recalcó que «dice Alberto Fernández que el que tiene plata hace lo que quiere» y remató: «Todo un ejemplo el Presidente de la Nación».
Por último, el economista Roberto Cachanosky lo puso en términos monetarios e hizo hincapié en que «con US$ 7.889 dólares blue considera que arregla la barbaridad que hicieron en ejercicio del poder«.