Pablo Moyano renunció a la conducción de la Confederación General de Trabajo (CGT) por lo que ya no formará más parte del triunvirato que integraba con Héctor Daer y Carlos Acuña.
«Renuncio al no coincidir con las medidas de la denominada mesa chica», sostuvo en el líder de Camioneros en una carta presentada al Consejo Directivo, marcando así una clara distancia con los otros dos sindicalistas.
Previo al paro de transporte del 30 de octubre pasado, el gremialista puso en duda su futuro en la central obrera. «Mitad de la CGT quiere dialogar con el Gobierno y la otra mitad quiere estar en la calle para defender los derechos de los trabajadores», subrayó.
Y dejó en claro que «no se puede mirar para otro lado».
E indicó: «Después del 30 de octubre se decidirá la situación del sector que representamos, si continuar en la CGT o proponer una profundización del plan de lucha que arrancó con el paro de enero. No hay otra alternativa que un paro general».
El martes pasado, la CGT se inclinó por la idea de buscar un canal de diálogo con el oficialismo, dejando de lado la propuesta de Moyano, que era otro paro general.