El gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, fue reelecto este domingo, en una jornada que quedó marcada por una particularidad: el alto porcentaje de votos en blanco.
Según los datos oficiales, si se cuentan la cantidad de votos, el actual mandatario resultó ganador con el 51.26%; mientras que en segundo lugar quedó el voto en blanco con el 21.59%, superando al segundo candidato más votado que cosechó apenas el 11.05%.
Tras conocerse los resultados, Melella brindó una conferencia de prensa y aseguró que resulta “llamativo” la gran cantidad de personas que decidieron poner el sobre vacío en la urna.
“Siempre tuvimos un alto nivel de voto en blanco para lo legislativo, no lo ejecutivo. Creo que la gente a veces se cansa de los procesos políticos, de tanta mala onda que tiramos, de tantas discusiones. Creo que tenemos que tener la humildad de reflexionar qué pasó, qué provocamos nosotros en la población”, resaltó el gobernador.
Al respecto, Marcelo Bermolén, abogado especialista en acceso a la información pública, calidad institucional y transparencia electoral, hizo su análisis sobre lo ocurrido en la provincia patagónica en el programa “El día menos pensado” por La 990.
“Hay varias lecturas. Una es un reclamo de la sociedad de inconformidad con la clase política, con las candidaturas, con la pelea permanente, y no solo en la grieta sino también las fisuras dentro de las alianzas”, expresó.
Los resultados de las elecciones en Tierra del Fuego.
Para el especialista, hay “cierto hastío” de la sociedad por una dirigencia que “solo piensa en la clase política y poco en la gente”, por lo que el electorado “busca expresarse de forma pacífica”.
Además, señaló que en Argentina el voto es obligatorio, motivo por el cual “la gente cumple con este mandato, emite un voto pero lo hace a favor de nadie y dejando de alguna manera un reclamo”.
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“A la hora de la contabilización, los votos que definen los cargos electivos son los afirmativos, aquellos que tienen alguna boleta, por lo tanto más allá de la expresión de protesta y la disconformidad, el voto en blanco no representa a nadie”, agregó.
Si bien explicó que el voto en blanco es una opción válida, advirtió que hay “un déficit de educación cívica”, ya que esto representa “desperdiciar el voto y no tomar el poder que nos da la Constitución que es la de decidir”.
“Necesitamos que la sociedad reflexione, el voto el blanco no va a ser la solución para salir de esta crisis política que tiene toda la Argentina”, aseguró Bermolén.
Pese a esto, remarcó que “quienes tienen más tienen que reflexionar son los dirigentes”, y que “la política debería tomar nota de lo que aconteció ayer”, ya que de continuar en la misma línea “va a seguir un ejercicio del hartazgo mucho menos pacifica de parte de la ciudadanía”.
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