El presidente del Instituto Argentino de Ferrocarriles, Pablo Martorelli, habló sobre el choque en la línea de tren San Martín y explicó por qué él sostiene que no fue un accidente.
En diálogo con Marcelo Longobardi en Radio Rivadavia indicó que «un accidente es un hecho fortuito e inevitable. Por ejemplo, que caiga un rayo» en cambio lo que sucedió «fue un hecho absolutamente evitable».
«Como todo hecho siniestral es producto de una sucesión de hechos concatenados en lo que muchas veces lo tecnológico queda supeditado al factor humano», precisó y remarcó: «Aquí ocurrió algo que no debía haber ocurrido».
En ese sentido, señaló que «los protocolos de seguridad que tienen los ferrocarriles para la operación de trenes son muy exigentes y seguros» al tiempo que admitió: «Sin embargo, ocurrió algo que no debió haber ocurrido» por lo que «algo o alguien falló en medio de este proceso».
«El tramo de vía de entre Retiro y Palermo está con un problema de robo de cables», afirmó y explicó: «Estos cables son los que llevan las señales indicadoras electrónicas al sistema de señalamiento ferroviario que es lo que brinda la seguridad de la marcha de los trenes».
«En este caso, como no hay señales en funcionamiento por el robo de cables, solo puede operar un tren a la vez en el tramo con una contraindicación de via libre que se otorga por una boleta escrita», sostuvo y detalló: «Esa boleta escrita es firmada por un funcionario responsable, producto de una consulta previa que se hace entre los dos extremos del tramo».
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«El que está en Retiro para darle la vía libre a un tren para que vaya a Palermo primero se comunica con la cabina de señales que está en la zona de Palermo», puntualizó y entonces, «quien otorga la vía libre del tramo permite que el tren funcione con seguridad».
Y dejó en claro que «si el señalamiento estuviera en funcionamiento no habría boleta de vía libre».
Sobre qué puede haber pasado, mencionó: «Primero está el robo de cables, después que seguramente no se repusieron los cables a tiempo porque no hay repuestos y no hay repuestos porque no hay presupuesto y no hay presupuesto por una decisión tomada por alguien en algún lado».
Acerca del robo de cables, manifestó: «Me resulta inexplicable que no se sepa quién los roba porque hasta hay videos de cámaras de seguridad que muestran cómo se están robando los cables» y recalcó: «Ahí habría que intervenir policialmente en forma inmediata. Y no armar expedientes judiciales que estén durmiendo en algún estante». Por lo tanto, afirmó: «Este es un tema de seguridad operacional no es un tema burocrático».
Al ser consultado sobre el rol de los sindicatos, el entrevistado aseguró que «los sindicatos operan en función de los intereses de sus trabajadores afiliados o no afiliados» y añadió: «Lo que dijo La Fraternidad (respecto a que si el Gobierno no se hace cargo, los maquinistas no operarían los trenes porque después le echan la culpa a ellos») tiene sentido desde el punto de vista de la seguridad ferroviaria pero también de la protección de sus trabajadores».
«Vamos a ubicarnos desde el lugar del que ellos están hablando: si ocurre un hecho siniestral, como este que ha ocurrido, y el personal de locomotoras termina preso, estamos en una situación bastante llamativa», subrayó y aseveró: «Esto es como culpar a la víctima». «Salvo que se determine que hubo una responsabilidad puntual y específica en un conductor de trenes que no haya respetado una señal».
«En este caso me permito decir y sin adelantar nada porque hay una causa judicial, según lo que se sabe el conductor del tren tenía la vía libre asignada», afirmó.
Respecto a por qué había un tren parado, lo primero que señaló fue: «No tengo información sobre ese caso» y luego agregó: «Hay quienes dicen que estaba esperando también vía libre y que no se la habían otorgado». «Y ahí es donde se evidencia la falla», aseguró y desarrolló: «Si había una locomotora liviana porque no está llevando un tren, detenida en un punto porque se le otorgó vía libre a otro. Entonces, ahí está la falla».
En referencia a cómo evaluaría el estado del sistema ferroviaria en Argentina hoy, Martorelli explicó: «Vamos a segmentar un poco el tema porque es muy vasto. El ferrocarril en nuestro país creció, se expandió y hasta llegó a consolidarse como un sistema a lo largo de 100 años» y recalcó: «Solamente en dos años se lo desestructuró».
«En unos pocos años se fue recuperando lo que se pudo», indicó y precisó: «De una red de 44.000 kilómetros, nos quedan en funcionamiento 18.000».
«En el Área Metropolitana tenemos unos 800 kilómetros de vías en servicio», añadió y sostuvo: «Estos 800 kilómetros entre 10 y 15 años atrás se fue modernizando, fue renovando vías, estaciones». A modo de ejemplo, contó: «Hoy tenemos trenes comprados a China: son trenes modernos en tecnología».
Nuevamente se refirió a lo sucedido y consideró que «se trata de un hecho esporádico que dificilmente vuelva a repetirse en poco tiempo».
Luego, sostuvo que «en el resto del país la cosa es distinta: la red ferroviaria argentina quedó diezmada» y precisó: «Hay solamente algunos ramales que operan cargas, otros que operaban trenes regionales con pasajeros en algunos puntos del país». En consecuencia, «no se ha logrado recuperar la red ferroviaria porque hay que hacer inversiones enormes por haberse abandonado el sistema por completo».