¿Es posible que reclamo por el presupuesto de la universidad pública y su consolidación en una multitudinaria marcha como la de este martes se conviertan en “la 125 de Milei”? La referencia es al Proyecto de Ley 125 de 2008 que puso al Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en la vereda de en frente del campo, pero propiciando una grieta política y social de la que hoy todavía los argentinos no pueden escapar.
Existe un fuerte consenso entre los analistas y dirigentes en que en aquel entonces Cristina y Néstor no supieron leer el contexto social o tal vez subestimaron el poder del reclamo, que se sumaba a otros tantos, generando una ola que culminó con la derrota en las elecciones legislativas de 2009, en medio de una guerra contra el Grupo Clarín.
Para Cristian Buttié, director de CB Consultora Opinión Pública, si Javier Milei y sus equipos no toman nota de lo que pasó este martes en las principales ciudades del país, con al menos un millón de personas en las calles, el reclamo universitario podría acelerar un espiral negativo en la imagen presidencial, muy difícil de revertir.
El analista político, que fue uno de los pocos que pronosticó una abrumadora victoria de Milei en el ballotage, viene ratificando mes tras mes la buena imagen del mandatario a pesar de sus medidas de ajuste y también elogiando el pragmatismo con el que ha sorteado los primeros escollos en su administración.
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Pero en diálogo con Newsweek Argentina sostiene que la marcha “fue un llamado de atención para el Gobierno”.
“Fue un error no forzado, porque claramente no estaba en su agenda. Es una de las pocas cosas que no supo manejar. Pero creo que puede ser algo pasajero, en la medida en que el Gobierno tome nota y se dé cuenta de que la universidad pública, gratuita y de calidad es un símbolo de los argentinos. O puede entrar en un proceso dicotómico crítico, que nunca es bueno”, alertó.
Inclusive, opinó, la respuesta tampoco parece haber sido la adecuada. “La publicación del presidente de la imagen de un león tomando ‘lágrimas de zurdo’ claramente no suma al diálogo, profundiza esa mala interpretación de lo que fue la manifestación del martes”, indicó.
Ante ese escenario, Buttié trazó una comparación entre la marcha del martes y la famosa 125, con las salvedades del caso: “Salvando las distancias, pero entendiendo el contexto, recordemos que durante el kirchnerismo el reclamo del campo por la 125 se empezó a gestar de esta misma manera: una causa sobre la cual el Gobierno quiso seguir yendo a fondo, y esa causa terminó acoplándose a otras causas y generando un desgaste exorbitante en la gestión de Cristina Fernández de Kirchner”.
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Por lo tanto, consideró: “El Gobierno de Milei, me parece a mí, debería entender el por qué del reclamo y, principalmente, quiénes reclamaban. Porque la mayor participación se dio en un segmento que corresponde a una franja etaria de 16 a 35 años, que es el principal nicho electoral de Milei. El 75% de los jóvenes votaron a Milei el año pasado en el ballotage. Por lo tanto, no fue un reclamo de un votante ‘no mileísta’”.
En síntesis, lo que Buttié señala es que quedó en evidencia que el reclamo universitario parece haber sido un golpe al propio núcleo electoral de Milei, quien sigue explorando los límites de su propio discurso y su narrativa.
Por eso, concluyó: “El Gobierno debería tomar nota y entender que la universidad no es un área donde se pueda aplicar la motosierra como él quiere aplicar. Tiene que tener mucha más cintura, porque la universidad es parte de una insignia transversal a todos los argentinos”.