La organización Transparencia Internacional presentó su nuevo Índice de Percepción de la Corrupción (IPC), que posicionó a la Argentina con un puntaje muy bajo a nivel mundial.
El estudio, que mide el nivel de corrupción en 180 países, ubicó a la Argentina en el puesto 94. Comparte dicha posición junto con Brasil, Etiopia, Marruecos y Tanzania.
Según los datos difundidos, el país obtuvo apenas 38 puntos sobre 100. De esta forma, repitió la misma puntuación que en 2021, por lo que no mostró mejoras con respecto a esta materia.
Hasta el momento, la mejor puntuación que obtuvo Argentina se dio en el 2019, cuando alcanzó los 45 puntos. En 2020, en plena pandemia, cayó a 42, y luego volvió a disminuir para llegar al número actual.
Por otro lado, la entidad analizó la situación de las Américas, y remarcó “la falta de acciones audaces y decisivas para combatir la corrupción y fortalecer las instituciones públicas”.
Esto, advierten, alimenta «las actividades delictivas organizadas, socavando la democracia y los derechos humanos y amenazando el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, como también provoca “violencia, daño ambiental y migración en todo el hemisferio”.
El estudio mide las manifestaciones de corrupción en el sector público, como sobornos, desvío de fondos públicos, nepotismo, el uso de cargos para beneficio privado de funcionarios. También analiza la capacidad del gobierno para contener estos hechos, leyes para combatir la corrupción y transparencia de datos y actividades gubernamentales.
Con estos datos, tomados de diversas fuentes, Transparencia Internacional confecciona una tabla con una escala de 0 a 100: cuanto menor sea el puntaje, significa que en dicho país hay una mayor percepción de corrupción.
En 2022, el primer puesto se lo quedó Dinamarca, que obtuvo 90 puntos y desplazó a Finlandia al segundo lugar con 87 puntos. Nueva Zelanda aparece tercera también con 87 puntos.
Con respecto a la situación global, la entidad expresó que el mundo “necesita acción urgentemente” para combatir la corrupción, ya que la mayoría de los países no logran detenerla.
En ese sentido, explicó que el promedio global se mantuvo “sin cambios” durante más de una década, alcanzando apenas 43 puntos sobre 100. En 2022, más de dos tercios de los territorios obtuvieron puntajes por debajo de 50 y 25 de ellos cayeron a su mínimo histórico.
Además, resaltaron que “a pesar de los esfuerzos concertados y los logros obtenidos con esfuerzo por parte de algunos, 155 países no han logrado avances significativos contra la corrupción o han disminuido desde 2012”.