Pese a los fuertes cambios que impulsó el gobierno de Javier Milei, Argentina no ha podido mejorar su posición en el ranking mundial que mide la lucha contra la corrupción.
De acuerdo con el Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) 2024 realizado por la ONG Transparencia Internacional, el país se ubicó en el puesto 99 sobre 180 países, con una puntuación de 37 sobre 100.
Si bien el país repitió la misma cantidad de puntos que el año anterior, cayó una posición dado que en 2023 estuvo en el puesto 98. Su mejor resultado fue en 2019, cuando alcanzó los 45 puntos y quedó 66°.
Las puntuaciones se realizan en base a “un mínimo de tres fuentes de datos tomadas de trece estudios y evaluaciones”, de instituciones reconocidas a nivel internacional como el Banco Mundial y el Foro Económico Mundial.
Según Transparencia Internacional, la región de las Américas alcanzó 42 puntos en 2024, y alertó que “debe implementar acciones urgentes para controlar la corrupción”.
“La ausencia de medidas efectivas promueve las violaciones de derechos humanos e incrementa la influencia de las élites económicas y políticas, y el crimen organizado en los asuntos públicos. Este contexto perpetúa la impunidad y socava la capacidad de los países para responder al cambio climático, con graves consecuencias para sus habitantes”, remarcaron.
Los países mejores rankeados del continente son Uruguay (76 puntos), Canadá (75) y Barbados (68). Los tres peores son Haití (16), Nicaragua (14) y Venezuela (10).
La ONG marcó entre los puntos de conflicto la “impunidad frente a los delitos ambientales”, permitiendo que “el crimen organizado controle vastas áreas de la región, donde explota recursos naturales”; como también “la debilidad y opacidad del Poder Judicial” que “limita la aplicación efectiva de la ley y el acceso a la justicia”.
Por otro lado, cuestionó el “aumento en las restricciones a la información pública y la participación ciudadana”, una problemática que “constituye uno de los mayores retrocesos en la región”, y puso el foco sobre el gobierno de Milei.
“En Argentina, un nuevo decreto redefinió los conceptos de información pública y privada, limitando el acceso de la ciudadanía, mientras que la cantidad y calidad de las respuestas del poder ejecutivo a las solicitudes de acceso a la información han disminuido”, advirtió.
En este contexto, Transparencia Internacional mencionó que “para superar la corrupción y construir sociedades más pacíficas, resilientes y sostenibles, los países de las Américas deben garantizar la protección de quienes denuncian la corrupción y exigen la rendición de cuentas”.
“Las estrategias que fortalecen la democracia, como el aumento de los mecanismos de transparencia para detectar conflictos de interés son fundamentales, pero por sí solas no bastan para frenar la influencia indebida de las élites y el crimen organizado. Para lograrlo, es crucial fortalecer las investigaciones y sanciones, así como la regulación de los contadores, instituciones financieras y abogados que permiten a los corruptos y criminales ocultar su dinero sucio”, agregaron.