El clásico Tango 01 quedó en el pasado hace rato y el nuevo avión presidencial todavía no fue entregado.
Por este motivo, el Gobierno se vio obligado a contratar los servicios de Aerolíneas Argentinas y alquilar un avión para el viaje presidencial a Estados Unidos que incluyó una parada en la Cumbre Iberoamericana.
Esto ocasionó que la empresa C&L Aviation Group, a quién se le compró la nueva aeronave, haya tenido que acceder a pagar US$ 200.000 por no haber cumplido en tiempo y forma con la entrega y reparar así los gastos ocasionados.
El dinero sería descontado de los US$ 22.230.000 que el Gobierno ya depositó en una cuenta de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), garante de la operación.
El sucesor del Tango 01, todavía sin fecha concreta de entrega, es un Boing 757-256 con capacidad para 39 pasajeros. Posee un dormitorio principal y otros dos espacios que pueden funcionar como salas de reuniones o dormitorios.
Por el momento, el avión se encuentra en los Estados Unidos junto a técnicos y pilotos argentinos, quienes en su primera revisión hace 3 meses detectaron que más de 50 componentes de la aeronave estaban vencidos o con más de la mitad de su vida útil ya agotada.