Soledad Acuña dialogó esta mañana con Pablo Rossi en Radio Rivadavia sobre el ajuste del 15% en educación previsto en el Presupuesto 2023 y aseguró que eso refleja «la línea de política que viene teniendo este gobierno desde que asumieron». A modo de ejemplo, recordó que «es el mismo gobierno que cerró durante dos años las escuelas y que se negó a abrir la discusión sobre volver a la presencialidad cuando ya había evidencia absoluta de que se podía hacer».
«Nos acusó a aquellos que intentabamos devolverle la escuela a los chicos que más la necesitaban», indicó y agregó que «cuando se volvió a la presencialidad, de parte de ellos solo con motivos electorales, no hicieron ninguna política para saber cuántos chicos se cayeron efectivamente del sistema ni para recuperar los saberes».
Frente a ese panorama, se centró en el recorte en educación y advirtió que «pone en riesgo a las provincias que tienen los peores resultados de aprendizaje«. «En esas provincias es el Estado Nacional el que tiene que garantizar, que sin importar donde nazca cada niño, todos tengan la misma oportunidad de aprender», recalcó.
Acerca de cómo afecta a la ciudad de Buenos Aires, la ministra de Educación precisó que «según lo que se ve en los primeros informes, la partida que más se reduce es la de evaluciones en un 50%» y subrayó que es la herramienta «que permite conocer qué saben los chicos y qué no».
Lejos de quedarse callada, afirmó que «estamos volviendo a la época de Cristina Kirchner cuando ella gobernaba y decía que no había que evaluar porque eso era estigmatizar» y remarcó que el ajuste se da en un período pospandemia «donde todavía no se sabe cuántos alumnos quedaron fuera del sistema y vamos a seguir sin tener esa información para saber dónde poner el foco».
En esa línea añadió que «la segunda partida que vemos que se recorta es la de becas que permite hacer una política focalizada en aquellas personas que más necesitan tener cursos y así poder garantizarles el estudio. Ya sea a nivel secundario para la terminalidad o a nivel universitario para poder formarse y luego sentarse en el mercado laboral».
Por lo tanto, aseveró que «acá la pregunta clave es la doble moral en los recortes: hay recortes que parece que son insensibles, neoliberales de derecha y otros recortes que son justos» y en ese sentido se preguntó: «¿Cuánto ajustaron a las empresas del Estado deficitarias?, «¿Cuánto ajustaron a Aerolíneas Argentinas?».
Sobre la postura de Roberto Baradel, secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación Bonaerense (SUTEBA), quien dijo que «no va a permitir este ajuste», la funcionaria se mostro escéptica y marcó: «Esperemos que Baradel lo sostenga«. «Que cuando a ellos les digan que les garantizan la paritaria que están pidiendo, igualmente sigan insistiendo con que el resto de los fondos son importantes«, enfatizó y afirmó que «Baradel solo extorsiona para las paritarias». Es por eso, que aseguró que al sindicalista «no le importa lo que pasa con los estudiantes, solo tiene intereses corporativos».