Este domingo se celebran las elecciones generales en Argentina en un contexto de «tres tercios» que podría forzar a que el nuevo presidente se defina en un balotaje.
En diálogo con Newsweek Argentina, la historiadora Araceli Bellota analizó el escenario político y manifestó que “son unas elecciones históricas pero no en el buen sentido”, debido a que “por primera vez desde el regreso a la democracia tenemos elección con proscripción”.
Elecciones 2023: ¿A quién quieren los argentinos como el próximo presidente?
La escritora hizo referencia a la situación de la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien consideró “no es candidata porque está proscripta”. “Después de 40 años de democracia ininterrumpida en las que se han sucedido distintas fuerzas políticas, distintos modelos de país, que esta sea con prescripción representan una limitación de nuestro sistema democrático”, expresó en diálogo con Newsweek Argentina.
“Si hay proscripción estamos repitiendo una vieja historia que marcó la historia argentina, desde el 55 en adelante con la proscripción del peronismo”. Además, cuestionó los dichos de Patricia Bullrich sobre ‘eliminar al kirchnerismo’, lo que para la historiadora significa “eliminar una parte de la sociedad argentina, lo cual muy democrático no es”.
Consultada sobre el escenario de los tres tercios que más oportunidades tienen de llegar a la presidencia, Bellota señaló “son tres tercios pero sigue siendo la misma disputa de dos modelos de país que ha surcado nuestra historia desde siempre”.
En ese sentido, la escritora advirtió que las elecciones son un mecanismo importante porque representan a “un pueblo que se exprese por quienes quieren que los gobierne”.
Sin embargo, cuestionó algunas propuestas podrían “provocar una conmoción social”. “Los pueblos no se bancan que les saquen derechos que costaron muchos años de lucha”, advirtió.
Elecciones 2023: ¿Cuántas bancas se renuevan en el Congreso?
Bellota también cuestionó que, en el marco de los 40 años de democracia, se reaviven debates sobre los derechos humanos. “Esa discusión se dirimió hace largos años desde 1983, con Alfonsín que impulsó el juicio a las Juntas y por esa razón nos hemos convertido en un ejemplo para el mundo, porque es el único país que juzgo a sus propios genocidas con tribunales nacionales y en territorio nacional”.
“Poner en discusión eso rompe con un de las bases del pacto democrático. La otra base era que no se elimina a nadie por cuestiones políticas, y hace un año vimos por televisión un intento de magnicidio contra la vicepresidenta. Es un retroceso, porque era un acuerdo que toda la sociedad argentina tenía y nadie discutía”, resaltó.
