«Un aterriazaje más suave de lo esperado», graficaron en el prestigio diario norteamericano.
Javier Milei culmina su primer año como presidente de la Argentina y comienza otra etapa repleta de desafíos, según destacó Mary Anastasia O’Grady en su columna para The Wall Street Journal.
La analista advierte que el “reloj sigue corriendo” para las reformas económicas prometidas, dado que los poderes legislativos especiales del mandatario expiran en junio. Este plazo condiciona el ritmo y alcance de las transformaciones que el presidente intenta implementar.
En un repaso de su gestión, la columnista detalla que desde su llegada al poder, Milei eliminó controles de alquileres y flexibilizó regulaciones económicas, apuntando a reducir el “cinturón regulatorio” que afecta al país.
También hubo elogios para Federico Sturzenegger, a cargo de la desregulación del Estado. Lo destacó por haber identificado más de 4.000 leyes y 70.000 decretos que, según él, dificultan la inversión y el crecimiento económico.
Precisamente, Sturzenegger afirmó que su objetivo es desmantelar esta maraña regulatoria antes de perder las herramientas legislativas necesarias.
Entre luces y sombras: la opinión popular sobre el primer año de Javier Milei en el Gobierno
Aunque la popularidad de Milei supera el 50%, persisten dudas sobre la sostenibilidad de las medidas adoptadas. O’Grady señala que la estrategia de reducir el gasto social mediante la inflación, en lugar de aplicar reformas estructurales, ha generado escepticismo entre los expertos.
Además, la decisión del presidente de no cerrar el Banco Central ni dolarizar, promesas de su campaña, es calificada por la analista como un posible “cálculo fatal”.
Remarca además que pese a las dificultades, hay señales positivas. La desregulación liderada por Sturzenegger ha reducido precios en sectores como el textil y el agrícola, aunque solo se ha completado el 20% del trabajo, lo que subraya la urgencia de avanzar más rápido.
Asimismo, la simplificación de trámites para negocios y registros de productos refleja avances en la mejora del entorno económico a nivel micro.
Ahondando más en el panorama económico, resaltó la muestra de matices positivos: el riesgo país ha disminuido significativamente, y se espera que la recesión haya quedado atrás, con proyecciones de crecimiento de entre 4% y 5% para el próximo año.
O’Grady califica esto como un “aterrizaje más suave de lo esperado”, pero alerta que, sin reformas estructurales, este alivio podría ser pasajero.
Con estos contrastes, O’Grady concluye que la gestión de Milei está bajo una lupa global. Si bien existen avances prometedores, la oportunidad de transformar la economía argentina depende de que las reformas pendientes se concreten antes de que el tiempo se agote.