En 2024, las transferencias discrecionales del Gobierno nacional a las provincias experimentaron una caída drástica, marcando una reducción del 75% en términos reales respecto al año anterior. Este descenso se atribuye a las decisiones del presidente Javier Milei de restringir los giros no automáticos, es decir, aquellos que no están predefinidos por la ley de coparticipación federal, en un contexto de austeridad fiscal. La única excepción fue la Ciudad de Buenos Aires, que recibió una asignación superior debido a una cautelar emitida por la Corte Suprema de Justicia por el reclamo sobre la restitución de parte de la coparticipación que había sido recortada por el gobierno anterior.
Las transferencias no automáticas sumaron un total de $1,6 billones en 2024, frente a los $2 billones que se asignaron en 2023, según el informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF). Si se considera lo efectivamente pagado, la cifra fue aún menor, alcanzando los $1,4 billones, lo que representa una reducción del 76% respecto al año anterior.
Este drástico recorte implica una caída en el porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI) destinado a estos giros, que pasó del 1% en 2023 al 0,3% en 2024, el nivel más bajo en la historia reciente de este tipo de transferencias.
La Ciudad de Buenos Aires fue la principal beneficiaria de las transferencias discrecionales, con una asignación de $652.810 millones, un 33,7% más que en 2023. Este aumento responde a la medida cautelar que favoreció a la administración porteña en su disputa por la restitución de la coparticipación que había sido recortada por el gobierno de Alberto Fernández.
A diferencia de la CABA, las provincias experimentaron un fuerte recorte en los fondos recibidos. Entre las que más sufrieron la reducción, destacan La Rioja, La Pampa y Formosa, que vieron disminuir sus transferencias hasta en un 98%. Estas provincias, gobernadas por mandatarios peronistas, fueron las más afectadas por los ajustes implementados por el gobierno de Milei.
Además de estas, otras provincias como San Luis, Santa Fe, Río Negro, San Juan y Catamarca también registraron caídas significativas en los giros no automáticos, con reducciones cercanas al 90%. La menor caída en las transferencias se observó en Neuquén, Santa Cruz, Jujuy, Mendoza y Chubut, que enfrentaron recortes de entre el 60% y el 80%; estas provincias están gobernadas por una mezcla de fuerzas provinciales
La provincia de Buenos Aires está en segundo lugar respecto de las que recibieron mayor asistencia con más de $400.000 millones. Aun así este número se redujo en un 84% en comparación con el 2023.
Las provincias que más recibieron
- Ciudad de Buenos Aires: $652.810 millones (es la única con aumento respecto a 2023, todas las demás sufrieron altos recortes).
- Provincia de Buenos Aires: $400.941 millones .
- Neuquén: $55.895 millones.
- Santa Cruz: $30.773 millones.
- Tucumán: $28.220 millones.
- Chaco: $28.087 millones.
- Misiones: $25.549 millones.
- Salta: $24.644 millones.
- Córdoba: $23.263 millones.
- Mendoza: $2.522 millones.
La Pampa, Formosa, San Luis, Santa Fe, Río Negro, San Juan y Catamarca tuvieron reducciones por encima del 90%. Otras provincias experimentaron recortes entre el 60% y el 80%.
El 2024 fue un año marcado por una drástica reducción en las transferencias discrecionales del Gobierno nacional, con una disminución generalizada de fondos a las provincias. Las provincias fueron las más perjudicadas, mientras que la Ciudad de Buenos Aires se benefició de una decisión judicial. Estos ajustes reflejan la política fiscal del gobierno de Milei, que ha optado por una administración más estricta y controlada de los recursos, priorizando ciertos programas y situaciones de emergencia por sobre los giros discrecionales habituales.
En 2025, los fondos seguirán siendo el principal foco de tensión entre las provincias y CABA con el gobierno nacional. A pesar de que Javier Milei insistirá en sostener el ajuste fiscal durante un año electoral, las provincias se opondrán a ser ahogadas financieramente.
Los gobernadores, con sus diputados y senadores, buscarán avanzar las solicitudes, sabiendo que el acuerdo será necesario (al menos) hasta las elecciones legislativas, donde La Libertad Avanza podría ganar bancas y salir de su lugar de minoría. Con mayor representación en el Congreso, el oficialismo ya no dependería de acuerdos con las provincias para definir sus estrategias.