Según la consultora que realizó el estudio, “se constata que en los barrios populares en los que viven las familias de menores recursos, es donde primero y más fuertemente impactan los incrementos de precio”.
El informe de ISEPCI, el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana, en el que se relevaron 850 negocios de cercanía de barrios populares del conurbano bonaerense, detectó que una familia tipo necesitó $182.905 en noviembre mientras que en diciembre la cifra ascendió a $271.572, es decir, un 48,48 por ciento más.
De acuerdo con Isaac Rudnik, director del ISEPCI, “probablemente, en los meses siguientes se produzcan subas de menor magnitud, pero sobre el piso de valores que no bajarán”.
“Mientras tanto los salarios y las jubilaciones mínimas, las asignaciones sociales, las remuneraciones de los empleos informales, reciben aumentos -si los reciben- siempre de menor cuantía. Por ahora, no hay ni final ni luz para este oscuro túnel en que nos metió el Presidente”, advirtió Rudnik.
Entre los productos que más aumentaron se encuentran el arroz, que pasó de 920 a 1500 pesos; la harina de 450 a 700 y el pan de 1000 a 1480.
En un apartado del informe titulado “La ‘solución’ libertaria” se afirma: “Javier Milei desarrolla la misma argumentación que instala en todos los frentes en los que disputa contra la presencia del Estado. Según su curioso parecer, los supuestos controles que se instalaron (que en la realidad no fueron tales) no tuvieron ningún efecto, porque cualquier interposición del estado sobre la dinámica del mercado está destinada al fracaso”.
«Según esta insólita teoría, los grandes formadores de precios que en estos años fueron adquiriendo cada vez más poder, y que nunca dejaron empujar para aumentar sus ganancias subiendo los precios, ahora que no se les aplica ninguna limitación se van restringir solos, induciendo a una tendencia inflacionaria descendente», advierten.