La opinión pública argentina se encuentra en un punto de tensión entre dos posturas evidentemente contradictorias. Mientras el país eligió en 2023 al primer presidente anarcolibertario de su historia, una amplia mayoría de la población sostiene que el Estado debe garantizar la igualdad de oportunidades y que los multimillonarios deberían pagar más impuestos.
Estos datos emergen de un estudio de la consultora Zuban-Córdoba, que encuestó a 2400 personas en Argentina entre el 30 de enero y el 3 de febrero de 2025.
El informe advierte que la coyuntura política en Argentina es «dinámica e impredecible», lo que queda reflejado en los contrastes de la percepción social sobre la economía, la gestión del gobierno y el rol del Estado. «La sociedad valora el aporte de los grandes empresarios en el sector privado, pero ve con desconfianza y hasta preocupación sus incursiones en la política y en los asuntos públicos», señala el documento.
Uno de los datos más llamativos de la encuesta es que el 67,8% de los encuestados considera que el Estado debe garantizar la igualdad de oportunidades para sus ciudadanos, frente a un 29,2% que cree que no debería intervenir en la «libre competencia».
Además, un 66,6% está a favor de que los multimillonarios paguen más impuestos, lo que sugiere una visión crítica sobre la concentración de la riqueza. Solo un 32,1% considera que los multimillonarios deberían pagar los mismos impuestos que el resto de los ciudadanos.
La imagen del gobierno también está dividida. Un 43,8% de los encuestados considera que el país va en la dirección correcta desde que Javier Milei asumió la presidencia, mientras que un 53,6% cree que el rumbo es incorrecto. En línea con esto, la imagen positiva de Milei se mantiene en el 45,2%, frente a un 53,8% de desaprobación. Estos números reflejan una polarización significativa, con una parte de la población que sigue apoyando al mandatario y otra que cuestiona su gestión.
Más de la mitad de los encuestados afirmaron que los multimillonarios se benefician de los recursos del estado (52%).
Un 29,9% cree que tanto pobres como millonarios se benefician de esos recursos, un 8,3% que solo los pobres se benefician de esos recursos y solo un 6,4% cree que ningún sector se beneficia del estado.
El 80% respondió que la desigualdad de ingresos entre ricos y pobres en Argentina es alta (66,5% muy alta/20% muy alta). Quienes creen que la desigualdad es media (8,2%), baja (0,9%), muy baja (0,5%), o que no hay desigualdad (1,6%) no alcanzan el 12% del total.
Sobre los motivos por los cuales existe la desigualdad en nuestro país, las opciones más elegidas son: multimillonarios-ricos con mucha influencia política en el estado y mal funcionamiento de la economía argentina. Después de ello aparecen problemas con el sistema educativo, personas que trabajan más que otras, personas que tienen mejores oportunidades, discriminación y reemplazo de mano de obra humana por tecnología.
En cuanto a la percepción de los multimillonarios y su influencia, el informe señala que «los contrastes son evidentes». Por un lado, figuras como Bill Gates, Mark Zuckerberg y Elon Musk generan opiniones divididas; lo mismo sucede para el presidente estadounidense Donald Trump.
Además, la encuesta revela que el 44% de los encuestados cree que desde que Milei gobierna hay más estabilidad, mientras que el 14,9% sostiene que sigue todo igual frente a un 39,5% que responde que hay menos.
La inflación fue durante mucho tiempo el tema de mayor preocupación para los argentinos. Según la consultora: el 58% cree que hay menos inflación, el 19% que sigue igual y un 21,6% que hay más.
El informe también revela posturas firmes respecto a las reformas laborales impulsadas por el gobierno. La mayoría de la población rechaza medidas como la reducción de aportes patronales (53,1%), el aumento de la edad jubilatoria para mujeres (59,4%), el regreso de las AFJP (58,9%), la flexibilización de las vacaciones (60,1%) y la implementación de jornadas laborales de 12 horas (71,5%). Estos datos muestran una clara resistencia social a la desregulación del mercado laboral, a pesar de que el gobierno impulsa estas reformas como parte de su modelo económico.
En este contexto, el informe concluye que «la sociedad argentina demuestra tener en su análisis una madurez y un sentido común infinitamente superior al de sus élites». La frase resume la paradoja de un gobierno que promueve un Estado mínimo frente a una ciudadanía que sigue considerando necesaria su intervención en cuestiones de equidad.