Durante la jornada de este jueves habrá asambleas para decidir más medidas de fuerza. Cómo está la situación.
Un nuevo paro de un gremio aeronáutico complica la actividad en 27 aeropuertos del país, mientras que otros dos sindicatos resolverán durante la tarde de este jueves cómo seguirán con sus medidas de fuerza.
Será otro día caótico y de mucha incertidumbre para los pasajeros, aunque la mala noticia es que este escenario volverá a repetirse en las próximas semanas.
Lo cierto es que aún no hay diálogo entre las organizaciones gremiales, el Gobierno y Aerolíneas Argentinas. Ninguno da el brazo a torcer.
La medida de fuerza es convocada por los trabajadores de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), agrupados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), desde las 6 y hasta las 12, y entre las 17 y las 22.
Sólo se garantizarán los vuelos sanitarios, humanitarios y de aeronaves del Estado.
“Esta medida de fuerza se da en el marco de acciones de despidos, del proceso de transferencia de funciones y todo sin ningún marco de diálogo establecido que nos permita transitar esta etapa sin conflicto”, afirmó el secretario general de ATE/ANAC, Marcelo Belelli, aunque desde el Gobierno aclararon que la protesta “no tiene relación con el trabajo de los controladores aéreos ni incidencia con la seguridad operacional en los aeropuertos”.
“De momento, no se verán interrumpidos los servicios en aeropuertos gracias a la esencialidad en transporte aéreo”, indicaron en un comunicado.
La asamblea de APLA tendrá lugar, a las 13, en la sede de Lezica 4031, mientras que la de AAA será en Bartolomé Mitre 1906. Cuando terminen, sus secretarios generales, Pablo Biró y Juan Pablo Brey, respectivamente, anunciarán la modalidad y la fecha de las nuevas medidas de fuerza.
La situación se tensó aún más luego de que el Gobierno presentara ayer una denuncia por amenazas y extorsión contra Biró por haber advertido que “esto se va a poner mucho peor…”.
En la presentación judicial, el ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich consideró que los dichos del líder de los pilotos “podrían exceder el derecho de huelga amparado por la Constitución Nacional y constituir un acto ilícito bajo la figura del delito de amenazas extorsivas, contemplado en el artículo 149 bis del Código Penal”.