En este tiempo de pandemia donde el distanciamiento social, el encierro, el alcohol en gel y el tapaboca se hicieron protagonistas de nuestras vidas, es necesario contrarrestar la irritación y el resecamiento constante de nuestra piel, órgano más extenso de nuestro cuerpo y primero en la línea de defensa.
Múltiples factores externos e internos atentan contra ella. Cambios hormonales, stress, radicales libres, UV, luz azul, polución, mala alimentación, entre otros. Para combatir estos problemas que emergen con cada cambio de estación y que hoy se profundiza por el encierro y todo lo que conlleva, la dermatóloga-cosmiatra Verónica Diana Godoy (MN 40179),) nos brindó cinco consejos para cuidar al máximo la piel y saber cómo prepararla para la llegada de la primavera.
¿Cuáles son los pasos para una rutina diaria simple de cuidado?
Idealmente, hay tres pasos: limpieza, hidratación y protección solar.
La rutina debe ser elaborada por un profesional que pueda valorar el biotipo y fototipo de cada piel, teniendo en cuenta el cosmecéutico adecuado para la rutina. En este momento de aislamiento social contamos con asesoría online para orientar a las personas a cuidar la piel de la mejor manera posible.
¿En qué consisten esos pasos?
Primero, para una piel sana es clave realizar una adecuada higiene del rostro dos veces al día; es importante comenzar por la frente y terminar en el escote. Una buena limpieza favorece la eliminación de toxinas, suciedad o rastros que se acumulan en nuestros poros e impiden que nuestra piel respire.
Luego hay que hidratar la piel (especialmente después de una ducha) porque la limpieza elimina toxinas, pero también minerales. Según la necesidad de cada persona, se pueden utilizar productos que contengan principios activos como ácido hialurónico, ceramidas, o manteca de karité que permiten mantener una buena humectación. A nivel corporal es ideal utilizar emulsiones o cremas que contengan vitaminas A y E. Finalmente, sí o sí todos deben utilizar protección solar durante todo el año. Las personas que trabajan muchas horas frente a una computadora deben cuidarse de los rayos azules que causan envejecimiento; y también hacen daño en el invierno. Y recuerden que al aire libre la protección debe renovarse cada dos horas.
¿Qué debemos considerar o modificar con la llegada de la primavera?
En invierno realizamos todos los tratamientos faciales y corporales con productos que no podemos utilizar en verano ya que mancharían la piel expuesta al sol, como los ácidos. Durante la primavera podemos hacer un peeling enzimático para el rostro y el cuerpo, y luego una mascarilla para nutrir. Un profesional debe evaluar el cosmecéutico adecuado para esa piel. Uno de los activos que recomiendo es la vitamina C porque educe líneas de expresión y arrugas, activa la síntesis de colágeno y es un reparador. Además, en el caso de pieles sensibles, minimiza la irritación y hace más efectiva la absorción de cremas.
¿Cómo podemos reconocer nuestro tipo de piel?
Existen cuatro tipos de piel distintos. La piel seca es opaca y muy finita, se siente tirante. La piel normal es suave, con poros pequeños. La piel mixta tiene aspecto brillante e impurezas en la zona “T”, y mejillas deshidratadas. La piel grasa tiene poros grandes, es brillante, con tendencia a impureza.
Siempre es importante asesorarse con un profesional para que indique el tratamiento adecuado para que paciente y tipo de piel. El aislamiento nos desafía en todo sentido, pero es clave seguir trabajando en un cuidado de bienestar y salud.
