A casi dos años y medio de declarar una pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este martes que el COVID-19 sigue siendo una emergencia mundial.
El Comité de Emergencia, compuesto por expertos independientes, dijo en un comunicado que el aumento de casos, la evolución viral en curso y la presión sobre los servicios de salud en varios países significan que la situación sigue siendo preocupante a nivel mundial.
Según la OMS, en la última quincena los casos informados habían aumentado un 30%, aunque el comité aceptó que el incremento de la inmunidad de la población, en gran parte por las vacunas, había visto un «desacoplamiento» entre casos de hospitalizaciones y muertes.
En este marco, mientras Estados Unidos relajó la mayoría de las restricciones para combatir el coronavirus, la subvariante BA.5 de Ómicron se volvió la variante dominante del virus en el país en cuestión de semanas. Estas cifras preocupan a las autoridades sanitarias estadounidenses porque podría ser la segunda mayor ola de la pandemia en la superpotencia.
«Es muy claro que la (enfermedad) Covid-19 no ha terminado. Estamos viendo incrementos dramáticos en el número de casos y hospitalizaciones en muchos lugares de todo Estados Unidos», dijo Jason Salemi, profesor asociado de epidemiología del Colegio de Salud Pública de la Universidad del Sur de Florida citado en el informe.