Una investigación de científicos de la Universidad de Leeds, en el Reino Unido, determinó que descubrieron que el deshielo del permafrost (la capa de superficie terrestre que se encuentra congelada ininterrumpidamente) en el Ártico puede liberar toneladas de gas radón. Se trata de un gas radiactivo de origen natural que no tiene olor ni visibilidad, pero que es cancerígeno.
Según Paul Glover, autor principal del estudio, “el radón es un gas radiactivo natural que provoca aproximadamente una de cada diez muertes por cáncer de pulmón, con tasas de mortalidad sustancialmente más altas en las comunidades subárticas”. Allí, la tasa es de cuatro de cada diez. De hecho, el científico sostuvo que este gas es la segunda causa de cáncer de pulmón, luego del tabaquismo.
Si el radón no tiene un impacto mayor sobre la salud de los humanos, explican, es porque la mayor parte se encuentra detenida por el permafrost.
“Pero el permafrost se está descongelando ahora debido al cambio climático”, alertaron los investigadores.
Es por eso que los científicos analizaron las filtraciones del gas radón a través del suelo, del permafrost y de edificios con sótano construidos en zonas árticas donde se encuentra este gas para conocer su comportamiento en relación a la salud humana. Pero sostienen que debajo del permafrost hay una actividad del radón de hasta doce veces más de lo que se encuentra en la capa congelada.
Hubo un fuerte incremento en las radicaciones de radón en los últimos 15 años, y sostienen que eso estaría directamente relacionado con el deshielo, que en ese período fue del 40%. Por eso, Glover aseveró que es necesario que se mantenga congelada la capa del permafrost, que no sólo retiene las emanaciones, sino que además limita el calentamiento global.
El mayor riesgo, concluyen es que se produzca “un escape inesperado de radón” que “podría representar un peligro para la salud si no se planifica”. De acuerdo a sus palabras, se podría “generar una columna de gas radiactivo dentro de los edificios que tardaría varios años en alcanzar su punto máximo y muchos más en disiparse”.
