La cantidad de sueño que una persona necesita varía significativamente con la edad. Los bebés necesitan entre 16 y 18 horas al día, algo que puede impulsar el crecimiento y el desarrollo, especialmente del cerebro. Mientras en la edad adulta, la mayoría de las personas necesitan entre 7 y 8 horas de sueño por noche, pero solo una pequeña parte de este tiempo se dedica a dormir profundamente.
Una persona pasa alrededor de un tercio de su vida durmiendo. Sin embargo, un tercio de la humanidad hoy sufren trastornos crónicos del sueño y de la vigilia. Sara Mednick, profesora de ciencia cognitiva en la Universidad de Cailfornia explica: “La verdad es que no existe una definición científica para el sueño profundo, pero la gente lo usa para referirse al sueño de ondas lentas, que es la etapa de sueño que se considera el más reparador».
Los investigadores explican que hay dos tipos básicos de sueño: movimiento ocular rápido y NREM, el último de los cuales se compone de tres etapas.
Lukas Krone, investigador de neurociencia de la Universidad de Oxford, dice: «Mientras dormimos, pasamos por diferentes etapas del sueño. Cada ciclo de sueño dura alrededor de 90 minutos y consta de etapas más ligeras y profundas de NREM, así como de un sueño REM de movimientos oculares rápidos».
«Por lo general, nos referimos a la etapa más profunda del sueño sin movimientos oculares rápidos como ‘sueño profundo’. NREM es el período de sueño profundo cuando los latidos del corazón y la respiración se reducen a sus niveles más bajos, que una persona necesita para sentirse renovada por la mañana. Durante esta fase, es más difícil despertar a alguien. La actividad eléctrica del cerebro muestra ondas lentas características y nuestro cerebro realiza importantes procesos de restauración», agrega.
El insomnio también puede dificultar la concentración y la respuesta rápida. Las personas que no duermen lo suficiente pueden desarrollar síntomas de depresión, convulsiones, presión arterial alta y migrañas. Incluso puede afectar la inmunidad, aumentando la probabilidad de enfermedad e infección.
¿CUÁNTO SUEÑO PROFUNDO SE NECESITA?
The Sleep Foundation explicó que pasamos la mayor parte del tiempo en un sueño profundo durante la primera mitad de la noche, y agregó que durante los primeros ciclos de sueño, el SWS suele durar entre 20 y 40 minutos.
Un estudio publicado en 2006 indica que las personas deberían pasar entre el 13 y el 23 por ciento de su sueño en profundidad. Por ejemplo, para un adulto que recibe siete horas, esto es entre 55 y 97 minutos. Durante nueve horas, son entre 70 y 124 minutos. Aunque las personas que duermen poco tienden a dormir más profundamente.
Después de los 60 años, las personas tienden a dormir de forma más ligera y durante períodos más breves, interrumpidos por la vigilia. De acuerdo con el Instituto de Desarrollo Neurológico de New Hampshire, muchas personas duermen menos de lo que necesitan porque trabajan más horas de trabajo y pueden acceder a entretenimiento las 24 horas, creyendo que pueden recuperar el sueño en otros momentos.
Mednick dijo que había muchas acciones que las personas podían tomar para obtener un sueño más profundo o SWS. «Lo mejor es irse a la cama temprano y mantener la hora de acostarse constante. El horario asegura que duerma lo suficiente y la consistencia ayuda a su cerebro a formar el hábito de tener sueño a la misma hora todas las noches».
Agregó que los adultos mayores que hacen ejercicio y tienen una buena nutrición tienen más probabilidades de mantener tanto el SWS como la actividad parasimpática.
Krone tiene tres consejos para lograr un sueño más profundo: «Evite la cafeína, el alcohol y otras sustancias que perturben el sueño. Cree un ambiente tranquilo y placentero para dormir y reduzca la cantidad de tiempo en la cama en comparación con el tiempo real de sueño. Pasar demasiado tiempo en la cama hace que el sueño más ligero y más fragmentado, mientras que la restricción del sueño hace que el sueño sea más profundo y consolidado».
Publicado en cooperación con Newsweek
