El omega-3 de aceite de pescado es indispensable para una nutrición completa, más en este contexto sanitario complejo. Se trata de un ácido graso poliinsaturado que fortalece el sistema inmunológico y nos protege contra diversas enfermedades crónicas no transmisibles gracias a sus propiedades antivirales, antiinflamatorias y antitrombóticas.
El organismo no puede producirlo por su cuenta, por eso es importante incorporarlo a través de alimentos ricos en omega-3 o suplementos dietarios a base de aceite de pescado. Las principales fuentes naturales se encuentran en el aceite de pescado como el salmón, el atún, la caballa, el sábalo y el surubí; también en hígado de pescados blancos magros como el bacalao y el fletán. Si bien alimentos como la chía, el lino y las nueces también ofrecen una variedad de omega 3, estudios demuestran que el de origen vegetal (ALA) no proporciona los beneficios para la salud que se ven con el de origen animal (EPA y DHA).
Aunque los expertos recomiendan la ingesta diaria de 250mg de ácidos grados de omega-3 para manetener una buena salud, en Argentina se consumen apenas 5 kg por habitante en el año, 4 veces menor que el promedio mundial.
“El consumo diario de ácidos grasos omega-3, que encontramos principalmente en el pescado azul y en alimentos enriquecidos, como parte de un estilo de vida saludable y una dieta equilibrada, ayuda a tener una buena salud cardiovascular y reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares”, explica el Dr. Agustín Rivero Cuadrado, director del Instituto de Nutrición y Trastornos Alimentarios de la Comunidad de Madrid (INUTCAM).
Entre sus efectos positivos se pueden mencionar: acciones antiinflamatorias y anticoagulantes, disminución de los niveles de colesterol y triglicéridos y la reducción de la presión sanguínea. Más allá de proteger el corazón, también pueden reducir los riesgos y síntomas de otros trastornos, incluyendo la diabetes, el accidente cerebrovascular, algunos cánceres, la artritis reumatoidea, detetorio cognitivo depresión y muerte súbita.
Una alimentación adecuada es una de las mayores defensas en el cuidado de la salud. Pequeños cambios pueden generar grandes beneficios en el organismo, así como mejorar la comodidad y la calidad de vida. Siempre es importante contar con la supervisión de especialistas, médicos y/o nutricionistas.