La doctora Laura Maffei, integrante de la Sociedad Argentina de Endocrinología, conversó esta mañana con Cristina Pérez en Radio Rivadavia y definió al estrés como «la reacción de nuestro organismo frente a una determinada situación que puede ser un cambio o una necesidad de adaptación a determinadas cuestiones, algo que se vive como en la época del ser humano de las cavernas, como un mamut, algo que puede ser amenazante y el cerebro lo detecta, manda una orden a las glándulas suprarrenales que fabrican cortisol y adrenalina y que van a preparar nuestro cuerpo y nuestro cerebro para la mejor reacción que podamos dar en ese momento».
En esa línea indicó que «cada reacción es única porque su intensidad es distinta» y precisó que «en este mundo moderno estamos permanentemente signados a adaptarnos a 200.000 mamuts por segundo lo cual hace que nuestro organismo se deteriore, debido a que, no está preparado para este tipo de exigencias«. Por lo tanto, advirtió que «algo tenemos que hacer» e hizo hincapié en que «tenemos que sentarnos a mirar cómo miramos ese estresor».
Para eso, precisó que «el primer paso es entrenarnos para conocer dos cosas: cómo nosotros estamos estresándonos, aprender a leer nuestro cuerpo» y puntualizó que algunas señales son: «cierta angustia taquicárdica, es decir, estoy un poco más temblorosa, me puse pálida, estoy más ansiosa, más hostil, no estoy pudiendo comunicarme bien». Sostuvo que se trata de «indicación de estrés crónico» que es «cuando uno no duerme bien, empieza a tener contracturas» y eso es una señal de que «el cortisol y la adrenalina están siendo fabricados en forma más frecuente o más largo que lo que debería».
En ese sentido, aclaró que «con el cortisol y la adrenalina en la cantidad adecuada vamos a poder salir adelante de los desafíos con nuestra mejor versión«, ya que, «nuestro cerebro va a estar atento y todo nuestro organismo listo para responder bien«. «Pero si tenemos uno tras otro, estas hormonas ya a largo plazo empiezan a no dejarnos dormir bien a tener más contracturas, vamos a estar más imperiosos con menos manejo de las situaciones imprevisibles, vamos a comer más comidas grasas, a tomar más alcohol, a fumar más«.
«Luego pasan a darse los cambios de personalidad y ahí nos empezamos a enojar con medio país», remarcó y agregó que «también afecta a la salud, por eso, tenemos que empezar a reconocer cuándo comienzan estas etapas, cuándo no estamos estresando para tomar una acción«. «Porque en forma continúa tenemos problemas cardiovasculares», alertó.
CÓMO ESTRESA EL MUNDIAL
La profesional afirmó que «el Mundial estresa muchísimo» y puntualizó que en «1998 cuando ganó Argentina frente a Inglaterra, los ingleses tuvieron 25% más de infartos de miocardio». «También los alemanes tuvieron en el 2006 un aumento significativo de ingresos a las salas de emergencias», marcó.
«No les pasa a todos, les pasa mucho más a los que tienen factores de riesgo», sostuvo y explicó que «estas hormonas, la adrenalina y el cortisol van a provocar aumento de la presión, taquicardia, el corazón va a latir rápido. La adrenalina achica las arterias, las contrae».
En consecuencia, recalcó que «son estos factores sumados a la personalidad» y se centró en «personalidades como la A que corresponde a las personas que son muy activas, ansiosas, ambiciosas y aquí el tema es cuando vienen con un componente de hostilidad» porque «la bronca es un componente perjudicial para el estrés«.
En ese sentido, recalcó que «en aquellas personas que tienen un nivel de hostilidad importante aumenta el componente de enfermedad coronaria, es decir, las arterias que irrigan el corazón y hace al corazón más sensible» y aseveró que «la personalidad está muy ligada a ciertas enfermedades y el estrés va a hacer mella, va a hacer mayor y de ahí sus consecuencias». «Por ejemplo, una personalidad D: quienes están metidos para adentro, son pesimistas, ‘para qué vamos a ver el Mundial, ya perdimos’, ‘en este partido la tenemos jugada’ , que ven el Mundial solos en sus casas, tienen mayor tendencia a descargar hormonas de estrés«.
¿LA FELICIDAD ES UN ANTÍDOTO CONTRA EL ESTRÉS?
Maffei precisó que «las personas felices tienen un mucho mejor manejo del estrés» porque «sin reacción de estrés estamos muertos«. Por lo tanto, resaltó que «los momentos de armonía hacen de antídoto al cortisol» e indicó que «en biología siempre hay un yin y un yang, siempre hay uno que contrarresta». «Y en este caso, la oxitocina que es la hormona del abrazo, del apego, ayuda a contrarrestar los efectos del cortisol», añadió.
ACCIONES PARA COMBATIR EL ESTRÉS
Para finalizar, la doctora compartió ciertas acciones que pueden llevarse a cabo en la vida diaria para afrontar el estrés:
–Actividad física: 45 minutos de caminata a paso vivo, cada dos horas de trabajo salir y dar una vuelta.
–Hacer algo placentero: tomarse un rato en la semana para hacer algo que nos de placer. En el caso de las mujeres, salir entre nosotras porque cuando una mujer está con otra siente una sensación de protección.
–Gratitud: a la mañana pensar qué es lo que tengo para agradecer
–Buscar situaciones de risa
–Evitar gente tóxica
–Ordenamiento de la agenda: si el día tiene 24 horas, por qué queremos que tenga 48.
–Alimentación saludable
–Tener relaciones sexuales
