El coronavirus puede propagarse al corazón y al cerebro a los pocos días de la infección y puede sobrevivir durante meses en los órganos, según un nuevo estudio de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
El virus puede propagarse a casi todos los sistemas orgánicos del cuerpo, lo que podría contribuir a los síntomas continuos observados en pacientes con “covid-19 largo“, escribieron los autores del estudio. El estudio se considera una de las revisiones más completas de cómo el virus se replica en las células humanas y persiste en el cuerpo humano, informó Medscape.
“Este es un trabajo notablemente importante”, dijo a Bloomberg News Ziyad Al-Aly, director del Centro de Epidemiología Clínica de Veterans Affairs St. Louis Health Care System en Missouri. Al-Aly no participó en este estudio, pero ha investigado los efectos a largo plazo de covid-19.
“Durante mucho tiempo, nos hemos estado rascando la cabeza y preguntando por qué el covid largo parece afectar a tantos sistemas de órganos”, dijo. “Este documento arroja algo de luz y puede ayudar a explicar por qué el COVID prolongado puede ocurrir incluso en personas que tenían una enfermedad aguda leve o asintomática”.
Los investigadores de los NIH tomaron muestras y analizaron tejidos de autopsias en 44 pacientes que murieron después de contraer el coronavirus durante el primer año de la pandemia.
Encontraron partículas de virus persistentes en múltiples partes del cuerpo, incluidos el corazón y el cerebro, hasta 230 días después de que comenzaran los síntomas. Esto podría representar una infección con partículas virales defectuosas, dijeron, que también se ha visto en infecciones persistentes entre pacientes con sarampión.
“Todavía no sabemos qué carga de enfermedades crónicas resultará en los próximos años”, dijo Raina MacIntyre, profesora de bioseguridad global en la Universidad de Nueva Gales del Sur, a Bloomberg News.
“¿Veremos insuficiencia cardíaca de inicio joven en sobrevivientes o demencia de inicio temprano?” ella dijo. “Estas son preguntas sin respuesta que requieren un enfoque preventivo de salud pública para mitigar la propagación de este virus”.
A diferencia de otras investigaciones de necropsias por covid-19, el equipo de los NIH tuvo un proceso de recolección de tejido post mortem más completo, que generalmente ocurrió dentro de un día de la muerte del paciente, informó Bloomberg News.
Los investigadores también utilizaron una variedad de formas de preservar el tejido para determinar los niveles virales. Pudieron hacer crecer el virus recogido de varios tejidos, incluidos el corazón, los pulmones, el intestino delgado y las glándulas suprarrenales.
“Nuestros resultados muestran colectivamente que, si bien la carga más alta de SARS-CoV-2 está en las vías respiratorias y los pulmones, el virus puede propagarse temprano durante la infección e infectar células en todo el cuerpo, incluso ampliamente en todo el cerebro”, escribieron los autores del estudio.
Publicado en cooperación con Newsweek México