La fibra prebiótica es un elemento clave para la salud de los seres humanos porque funciona como un fertilizante que ayuda a que crezcan bacterias sanas en el intestino y contribuye a la digestión de los alimentos.
Guadalupe Benavidez, nutricionista y coach de salud especializada en microbioma intestinal, conversó con Noticias Argentinas y explicó que «el consumo diario de prebióticos promueve la salud digestiva mejorando la regularidad intestinal, la absorción de vitaminas y minerales, la acción del sistema inmune además de reducir la sensación de hinchazón» y precisó que los prebióticos se encuentran de forma natural en alimentos, como por ejemplo, cereales de grano entero (quinoa, trigo, cebada, centeno), legumbres (garbanzos, porotos, lentejas, habas, arvejas), frutas, verduras y frutos secos como las almendras, leche materna, semillas como lino y chía.
En esa línea remarcó que una manera fácil y práctica de consumirlos es mediante productos que ya tienen incorporados los prebióticos, tales como leches, barras de cereal o bebidas.
Acorde con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras entidades, las personas precisan ingerir como mínimo 25-30 gramos de fibra al día, debido que, es un componente que facilita que se active el sistema natural de defensas, por lo que tener bajos niveles de azúcar y colesterol en sangre, ayuda a la salud intestinal y a contar con un peso saludable.
El principal problema radica en que en la actualidad, se consume muy poca cantidad de alimentos que la contienen y por lo tanto, no se llega a satisfacer el número mínimo requerido para cada día.
Benávidez hizo hincapié en que «lo curioso es que los humanos no tenemos las enzimas para poder digerir la fibra y por eso necesitamos la ayuda de las bacterias intestinales que son las únicas capaces de degradarla» y añadió que «los prebióticos son el alimento de las bacterias ‘buenas’ del intestino como las conocidas Bifidobacterias y Lactobacilos y las hace crecer».
Se considera que por cada célula humana existen hasta 10 células bacterias, es decir, que somos fundamentalmente 90% bacterias y 10% humanos.
La medica recalcó que es fundamental comprender con qué se alimentan las bacterias que viven en los intestinos, debido a que, eso impacta de manera significativa en la salud de las personas y afirmó que existe material científico que precisa que los desequilibrios en las cantidades de las bacterias del intestino poseen una correlación con la presencia de síntomas, o condiciones de salud como dolor en el abdomen, distensión, constipación, intestino permeable o agujereado.
Para concluir, la experta brindó seis consejos para incorporar la fibra prebiótica en la alimentación:
–Comprar todas las semanas distintas clases de frutas y verduras de colores fuertes y brillosos.
–Usar cebolla, puerro y ajo para sumarle sabor a las comidas.
-Sustituir ciertos acompañamientos de arroz o papa, por una legumbre diferente cada semana como lentejas, garbanzos, porotos negros y blancos.
– Incorporar alimentos que ya tienen integrada la fibra prebiótica como leches funcionales, granola, barras de cereal.
-Escoger cereales de grano entero como quinoa, avena, trigo sarraceno, arroz yamaní.
-Sumar una cucharada de mix de semillas trituradas como chía, lino, sésamo en licuados, en las ensaladas o en el yogur.
Fuente: www.noticiasargentinas.com