El uso de barbijos y el límite en el número de personas son importantes, pero una buena tecnología de ventilación es el ingrediente más importante para reducir el riesgo de propagación del coronavirus en eventos públicos en sitios cerrados, de acuerdo a un nuevo estudio publicado en Alemania. Los investigadores aseguran que los resultados del estudio también tienen implicaciones para contener la epidemia entre la población en general.
Alrededor de 1.500 voluntarios con barbijo, desinfectante de manos y rastreadores de proximidad asistieron a un concierto pop en un recinto cerrado en Leipzig en agosto para evaluar cómo se propaga el virus en grandes reuniones. Los investigadores simularon tres escenarios con diferentes números de espectadores y estándares de distanciamiento social, y crearon un modelo informático del sitio para analizar el flujo de aerosoles de los espectadores virtuales infectados.
«El hallazgo más importante para nosotros fue comprender lo crucial que es tener una buena tecnología de ventilación. Esto es clave para reducir el riesgo de infección«, dijo Stefan Moritz, líder del estudio RESTART-19 en la Facultad de Medicina de la Universidad de Halle.
Los investigadores aseguran que los resultados del estudio también tienen implicaciones para contener la epidemia entre la población en general.
El estudio también encontró que reducir la capacidad del lugar, tener múltiples entradas y asientos para espectadores puede tener un gran impacto en la cantidad de contactos entre las personas.
Sus recomendaciones incluyen solo permitir que se consuman alimentos en los asientos, que las áreas de espera sean al aire libre, el uso de barbijo durante la duración del concierto y el empleo de personal que asegure que las personas cumplan con las reglas de higiene.
Los investigadores también desarrollaron un modelo epidemiológico para analizar el impacto de un evento así en la propagación del virus entre la población en general. Descubrieron que las medidas de higiene, como el uso de máscaras y el distanciamiento social, deben permanecer mientras persista la pandemia, mientras que la planificación de uso de asientos y el aforo limitado deben ajustarse en función de la incidencia del virus.
«Los eventos tienen el potencial de alimentar la epidemia al propagar patógenos, pero si se mantiene un concepto de higiene, el riesgo es muy bajo«, dijo Rafael Mikolajczyk, del Instituto de Epidemiología Médica de la Universidad de Halle.
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