Esta semana se presentó en el Congreso el proyecto de la «Ley Nicolás» contra la mala praxis médica. Esta iniciativa busca mejorar el sistema sanitario, con el foco puesto en la seguridad de los pacientes para evitar errores humanos que puedan empeorar su salud.
El documento fue impulsado por la mamá de Nicolás Deanna, un joven de 24 años que falleció en 2017 por no recibir una atención médica correcta. Su caso se encuentra en la Justicia y es el que le da nombre a esta ley.
La iniciativa, que lleva la firma del diputado de Juntos por el Cambio Fabio Quetglas y es acompañada por otros legisladores como María Eugenia Vidal, fue presentada oficialmente en la Cámara de Diputados el pasado viernes.
Foto: @fabiojquetglas
Según el texto, el objetivo es «establecer el marco jurídico e institucional para el ejercicio del derecho a una asistencia sanitaria segura, y que respete la dignidad de los seres humanos».
En ese sentido, propone la creación de una historia clínica digital encriptada, la formación continua de los profesionales de la salud y la fiscalización sobre su habilitación. También busca brindar «cuidado y protección» a aquellos profesionales que hayan sido afectados por los eventos adversos de mala praxis.
«A nivel global, se estima que el daño a los pacientes es la 14° causa de morbimortalidad, comparándose con enfermedades como la tuberculosis y la malaria; como así también está entre las diez primeras causas de discapacidad», expresó Quetglas entre los fundamentos.
Si bien señala que «la mayoría de los eventos adversos son resultado de un deficiente funcionamiento sistémico», remarca que «el error profesional en la asistencia de la salud, a pesar de los esfuerzos por evitarlo, sucede y genera daño en los pacientes».
«Resulta prioritario impulsar políticas y acciones para minimizar y, cuando sea posible, eliminar todas las fuentes de riesgo y daño a los pacientes durante la asistencia sanitaria, con centro en el paciente, basadas en la ciencia y mediante alianzas estratégicas», agregó en el proyecto.
