Hoy es el Día del Pediatra en Argentina y Roberto Debbag, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, conversó esta mañana con Cristina Pérez en Radio Rivadavia acerca de por qué, si bien la carrera de medicina es una de las más elegidas, no hay doctores para los niños.
En esa línea explicó que «es una realidad que viene viviendo la pediatría hace ya algunos años» y precisó que » hace 40 años cuando nosotros queríamos aplicar una residencia, solo el 20% del total de los médicos que optaba por pediatría podía hacer una residencia, el otro 80% tenía que tomar concurrencias y ver cómo se formaba».
Frente a ese panorama, recordó que «hace poco residentes de pediatría, jóvenes de entre 25 y 30 años, se manifestaban para tener un salario digno y poder por lo menos alquilar un departamento y así tener cierta independencia y una profesión» y subrayó que «había personas que les gritaban». En consecuencia, indicó que se da «la crisis del guardapolvo blanco» y detalló que «no son solo las personas que no optan por ser guardapolvo blanco sino todo el resto que hace que no sea atractivo y que se disminuyan los valores».
Es por eso que, afirmó que «hoy los jóvenes no pueden ver ese orgullo de ser pedíatra, que mis compañeros y yo sentimos», debido a que, «hay una crisis que no es solo sanitaria».
En ese contexto, señaló que «hoy en la Ciudad de Buenos Aires, el 30% de los puestos quedaron vacantes» y agregó que «uno siempre en la provincia de Buenos Aires, quería formarse en el hospital de niños de La Plata, pero hoy las residencias están vacías». En ese punto, hizo hincapié en que «cargos que no se ocupan hoy son pacientes que no se atienden mañana» y añadió que «la mayoría de los pacientes se atienden con los residentes inicialmente».
El entrevistado remarcó que «una persona hace una carrera de 12 años para ser pediatra y luego debe tener múltiples empleos» y por lo tanto, marcó que si bien «van a tener un cierto bienestar social, lo van a alcanzar recién a los 40, 50 años«. Para concluir, el doctor sostuvo que «sí pueden hacerse cosas para cambiar esto, pero deben hacerlas quienes tienen el poder para llevar a cabo esas modificaciones» y consideró que «debería reducirse lo de los 12 años porque en otros países no es así».