Tres pacientes parapléjicos que no podían caminar volvieron hacerlo tras un implante que estimula eléctricamente la médula espinal. El avance científico podría generalizarse en unos años, indicó un estudio publicado este lunes en la revista Nature Medicine.
Un equipo de científicos del Centro de Neuroprótesis e Instituto de Mente Cerebral, Escuela de Ciencias de la Vida, Instituto Federal Suizo de Tecnología (EPFL), Lausana, Suiza, implantó aproximadamente 15 electrodos que permiten estimular eléctricamente varias zonas de la médula espinal.
“Planteamos la hipótesis de que una disposición de electrodos dirigida al conjunto de raíces dorsales involucradas en los movimientos de las piernas y el tronco daría como resultado una eficacia superior. Esto restauraría actividades motoras más diversas después de la lesión del cordón espinal más grave.
“Para probar esta hipótesis, establecimos un marco computacional que informó la disposición óptima de los electrodos en un nuevo cable de paleta y guió su posicionamiento neuroquirúrgico.
“También desarrollamos software que apoya la configuración rápida de programas de estimulación específicos de la actividad. Estos reprodujeron la activación natural de las neuronas motoras subyacentes a cada actividad” indicó el estudio.
Las pruebas de las neurotecnologías se hicieron en tres individuos con parálisis sensoriomotora completa como parte de un ensayo clínico en curso.
Los tres pacientes, todos hombres, no solo no podían mover las piernas sino que habían perdido toda la sensibilidad en ellas. La paraplejía en los individuos fue resultado de accidentes que dañaron su médula espinal.
“En un solo día, los programas de estimulación específicos de la actividad permitieron a estos tres individuos ponerse de pie. Caminar. Andar en bicicleta, nadar y controlar los movimientos del tronco.
“La neurorehabilitación mediaba en una mejora suficiente para restaurar estas actividades en entornos comunitarios. Es así como se abre un camino realista para apoyar la movilidad cotidiana con EES en personas con lesiones del cordón espinal”.
Los científicos indicaron que los resultados del estudio no son una primicia sino de la culminación de diez años de tratamientos de este tipo. “El objetivo ha sido convertir esto en una terapia que cambie la vida de muchas personas”, explicaron.
La idea de enviar una corriente eléctrica para recuperar el movimiento perdido se remonta a varias décadas. El método se puso en práctica por primera vez en 2011, cuando un parapléjico pudo volver a ponerse de pie.
Publicado en cooperación con Newsweek México