Desde principios de mayo de 2022 y hasta los primeros días de julio se notificaron casos de viruela del mono en 26 países de la Unión Europea. Hasta el momento, se detectaron 4,908 casos en Europa, lo que representa el 65% de todos los casos notificados en todo el mundo en 2022 en ese brote en países no endémicos.
Según la reciente publicación “Evaluación rápida de riesgos del brote de viruela del mono en varios países: primera actualización”, investigación realizada por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), la Unión Europea rechaza la vacunación masiva contra la viruela del mono.
La transmisión de humano a humano de la viruela del mono ocurre a través del contacto cercano de lesiones en la piel de una persona infectada. También a través de gotitas respiratorias en contacto cara a cara prolongado y a través de fómites. En el brote actual, los casos de viruela del simio son relativamente leves. Todavía se identifican principalmente entre grupos de hombres que tienen sexo con hombres.
A pesar de esto, existe el potencial de transmisión a otros grupos de población. Sin embargo, la gravedad puede ser mayor entre los niños, las mujeres embarazadas y las personas con sistemas inmunitarios comprometidos.
En este sentido, el organismo ha informado que el riesgo para las personas que tienen múltiples parejas sexuales (incluidos algunos grupos de HSH) sigue siendo moderado y bajo para la población en general.
De acuerdo con un trabajo de modelado desarrollado en colaboración entre el ECDC y la Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA), donde se evalúa las estrategias de vacunación como medidas de respuesta al brote como complemento al aislamiento de casos y rastreo efectivo de contactos para controlar el brote, “el diagnóstico temprano, el aislamiento, el rastreo efectivo de contactos y las estrategias de vacunación son claves para el control efectivo de este brote. En este punto, no se requieren ni se recomienda la vacunación masiva contra la viruela del simio”, detalla el documento.
Por lo tanto, al desarrollar estrategias de vacunación, se debe considerar priorizar a los grupos de HSH con mayor riesgo de exposición. Así como al personal de primera línea con riesgo de exposición ocupacional.
“En entornos donde se espera una mayor aceptación de la vacuna, también se debe considerar la vacunación profiláctica posterior a la exposición de los contactos cercanos de los casos o incluso la vacunación en anillo”, ha detallado el organismo.
Publicado en colaboración con Newsweek México
