La variante Delta se ha convertido en la cepa dominante del coronavirus en varios países del mundo, y debido a su alto índice de transmisión, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos revirtieron hace unos días sus lineamientos sobre el uso de cubrebocas para las personas vacunadas.
Con la creciente preocupación relacionada con esta cepa altamente contagiosa, Newsweek pidió a varios expertos en salud que explicaran qué es exactamente la variante Delta y si las personas vacunadas deben seguir preocupándose de no contraer el virus.
“Cuando hablo con estudiantes de medicina y residentes médicos, lo que les enseño es que todas las cosas vivas tratan de sobrevivir. Lo mismo ocurre con todos los virus. Tratan de cambiar y mutar en un intento de sobrevivir, y la variante Delta no es más que eso”, señala el Dr. O’Neil Pyke, director médico general del Centro de Salud del Norte de Jackson en Florida.
“Se trata de una variante del virus original, pero cuando cambia, se modifica para ser más fácilmente transmisible, lo cual se combina con el hecho de que las personas están reuniéndose más”, afirma.
La variante Delta se detectó por primera vez en India en diciembre pasado, y se ha convertido en el principal virus circulante en la mayoría de los países. Los datos de los CDC indican que, hasta la semana pasada, esa variante había sido responsable de 83 por ciento de las infecciones de covid-19 solo en Estados Unidos.
“Los virus mutan naturalmente. Podemos imaginarlo casi como una versión genética del juego del teléfono descompuesto”, afirma el Dr. Charles DiMaggio, epidemiólogo de lesiones de la Universidad de Nueva York. “Conforme los virus transmiten si código genérico, existe la posibilidad de que se produzca un error o que el código sea malinterpretado.
Usualmente, los errores son pequeños y no marcan una gran diferencia. Pero en ocasiones hacen que el código de una proteína importante cambie lo suficiente como para constituir una diferencia”. El Dr. Liam Sullivan, experto en enfermedades infecciosas de Spectrum Health en Michigan, explica que la razón por la que las personas tienen mayores probabilidades de contraer la variante Delta es que las mutaciones de esta permiten que el virus se enlace más fácil y estrechamente a las células humanas.
“Estas mutaciones también producen una carga viral mucho mayor en el tracto respiratorio superior, permitiendo así una mayor propagación viral por parte de las personas infectadas, además de un mayor índice de contagio”, dice Sullivan mediante un correo electrónico.
“Si una persona portadora de la cepa original del SARS-CoV-2 infectaba, digamos, a una o dos personas en promedio, alguien con la variante Delta podría infectar a cuatro o más personas”, añade DiMaggio.
Médicos de todo Estados Unidos han observado que la rápida propagación de la variante ha producido un cambio en el tipo de personas internadas en los hospitales de ese país. Desde California y Arkansas hasta Florida, todos los médicos indicaron a Newsweek que los jóvenes conforman una mayor proporción de pacientes de covid-19 que la que se había visto hasta ahora.
Sin embargo, al parecer, el principal factor determinante es quién ha recibido la vacuna. En casi todos los estados de Estados Unidos, las personas no vacunadas conforman más de 90 por ciento de las hospitalizaciones por covid-19.
En todo el país, las personas no vacunadas conforman más de 97 por ciento de las hospitalizaciones y 99.5 por ciento de los fallecimientos relacionados con el covid-19.
“La gran mayoría de los pacientes hospitalizados no están vacunados”, dijo en una entrevista realizada este miércoles el Dr. Eric Bravo, director médico del programa hospitalista del Centro Médico Bautista Little Rock de Arkansas.
“Yo diría que no he visto personalmente a nadie en la unidad de cuidados intensivos que haya sido vacunado”. Si bien las personas no vacunadas representan la mayoría de los pacientes con covid-19, los expertos también afirman que la variante Delta ha producido un incremento en el número de infecciones posvacunación entre las personas vacunadas.
“También hemos visto que esta variante ha provocado una cantidad creciente de infecciones posvacunación, término que se refiere a los pacientes que han sido totalmente vacunados”, indica el Dr. Vincent Hsu, que labora en AdventHealth en Florida.
“La muy buena noticia es que sabemos que las vacunas que se están aplicando siguen dando protección, ya que no vemos números importantes de pacientes hospitalizados que hayan recibido todas las dosis de la vacuna”, añade Hsu.
Funcionarios federales han insistido en que las personas deben seguir vacunándose en medio de la oleada de la variante, pues los datos preliminares muestran que las vacunas son eficaces contra el virus Delta. A pesar de la efectividad de las vacunas, los funcionarios recomiendan que, independientemente de si ya están vacunadas, las personas deben seguir usando cubrebocas en interiores o en lugares concurridos para mitigar la propagación.
Este martes, los CDC modificaron sus lineamientos con respecto al uso de cubrebocas y dijeron que incluso las personas vacunadas deberán volver a usar cubrebocas en interiores en las regiones en las que el número de infecciones esté aumentando.
“Si usted está vacunado y se encuentra en un área donde los índices de vacunación son bajos, o si está cerca de personas con enfermedades que no les permiten ser vacunadas, o cuyo sistema inmune podría no responder adecuadamente a las vacunas, deberá usar cubrebocas cuando se encuentre en interiores o en sitios muy concurridos”, sugiere DiMaggio.
“La vacunación es la mejor acción que uno puede realizar para prevenir la hospitalización/enfermedad grave/muerte derivada de una infección de covid-19”, afirma Sullivan. “Aunque las personas que han sido infectadas con covid-19 parecen tener una muy buena inmunidad contra una reinfección, la variante Delta posee cuando menos cierta capacidad de escapar a la inmunidad natural.
Lo mismo ocurre con otras variantes, especialmente la Beta y la Gamma”. Sullivan señala que, debido a que la variante Delta es distinta a la cepa original y a que las personas que ya han sido infectadas tienen mayores probabilidades de enfermar de nuevo, las personas que ya han tenido covid-19 podrían beneficiarse con la vacuna.
“Estudios sobre la vacunación en personas con antecedentes de infección previa indican que todas las vacunas disponibles proporcionan un aumento sustancial de la inmunidad”, afirma.
El médico señala que la vacunación será aún más importante en otoño e invierno. Aunque la variante Delta ha demostrado ser más contagiosa que la cepa original, Sullivan afirma que es de esperarse que las futuras mutaciones sean aún más transmisibles y provoquen una enfermedad más grave que la que provoca actualmente la variante Delta.
“Todos los virus evolucionan continuamente en un esfuerzo de obtener una ventaja evolutiva”, considera. “Si a este se le permite continuar su propagación actual sin control, es posible que evolucione una variante aún más contagiosa y letal.
No hay ninguna garantía de que nuestras vacunas tengan un desempeño igualmente bueno con las nuevas variantes. Entonces, el mensaje sigue siendo: ¡vacúnate, vacúnate, vacúnate!” “El virus seguirá cambiando en tanto haya personas susceptibles a su infección, por lo que las mutaciones futuras podrían aumentar su virulencia.
Por eso es tan importante que las personas elegibles se vacunen”, concuerda DiMaggio. “Cuantas más personas estén inmunizadas, tantas menos probabilidades hay de que surja una versión más transmisible o más grave”.
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in collaboration with Newsweek