Las muertes por COVID-19 en las últimas cuatro semanas se incrementaron un 35% a nivel global, según lo informó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero además de esos 15.000 fallecimientos por semana, advirtió una doble preocupación: las mayores dificultades para determinar cómo evoluciona el virus y la inminencia de la temporada fría en el hemisferio norte .
En el primer aspecto, se informó que, aunque Ómicron sigue siendo la variante dominante (la subvariante B.5 representa más del 90% de los casos), se verificó un descenso del 90% en las secuencias compartidas por semana, por lo que no es posible hacer una trazabilidad realista sobre la evolución de sus variantes y subvariantes.
«El número de países que las comparten descendió un 75%, lo que hace mucho más difícil entender cómo puede estar cambiando el virus», explicó al respecto, Tedros Adhanom Ghebreyesus, el director de la OMS.
Y aseguró: «Solo en la última semana, 15.000 personas de todo el mundo perdieron la vida por culpa de la COVID-19. Esto es completamente inaceptable, cuando tenemos todas las herramientas para prevenir infecciones y salvar vidas«.
En ese mismo sentido, añadió: «Todos estamos cansados de este virus y de la pandemia. Pero el virus no está cansado de nosotros«.
EL INVIERNO SE ACERCA
Cómo se señalaba, el segundo punto de preocupación es el inminente arribo de la temporada fría en el hemisferio norte, que trae aparejados «los riesgos de una transmisión más intensa y de mayores hospitalización; y no solo para el COVID-19, sino para otras enfermedades, incluida la gripe».
Por eso, el líder de la OMS insistió en que es indispensable seguir avanzando en los programas de vacunación y utilizar el tapabocas cuando no se pueda respetar la distancia social y las aglomeraciones, sobre todo en espacios cerrados. «Se habla mucho de aprender a vivir con el virus, pero no podemos vivir con 15.000 muertes a la semana; no podemos vivir con el aumento de hospitalizaciones y muertes; y no podemos vivir con un acceso desigual a las vacunas y otras herramientas para hacer frente al virus», aseveró.
Finalmente, y en esa misma línea, el experto concluyó: «Aprender a vivir con el COVID-19 no significa que finjamos que no está ahí. Significa que usemos las herramientas que tenemos para protegernos, y para proteger a los demás».
