Consumir una dieta saludable es importante para el bienestar de las personas. Los alimentos que comemos cumplen un rol importante, no solo en el cuidado del cuerpo y de la salud, sino también en el rendimiento para cumplir con las tareas diarias. Pero, ¿qué es una “dieta sana”?
Ante esta duda, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicaron un documento en el que definen cómo debe ser una dieta para considerarse saludable.
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El informe remarca que tener una buena alimentación “promueve la salud, el crecimiento y el desarrollo, apoya estilos de vida activos, previene deficiencias y excesos de nutrientes, enfermedades transmisibles y no transmisibles (ENT), enfermedades transmitidas por los alimentos, y promueve el bienestar”.
De acuerdo al estudio, las dietas saludables deben cumplir cuatro principios básicos: ser adecuadas, balanceadas, moderadas y diversas.
En ese sentido, la OMS y la FAO señalan que dentro del total de calorías que una persona consume por día, se suele consumir entre un 10-15% de proteínas; entre 15-30 % de grasas; y entre 45-75% de carbohidratos.
Las proteínas “proporcionan los componentes básicos de gran parte de la estructura de los elementos del cuerpo, como los músculos, así como las funciones de las hormonas y enzimas”. Sin embargo, advirtieron que “consumir cantidades excesivas de proteínas puede provocar una carga metabólica en el cuerpo, particularmente en los riñones”.
Con respecto a la grasa, explicaron que “es un nutriente esencial para el correcto funcionamiento de las células del cuerpo”. Además, hay dos ácidos grasos -el ácido linoleico ácido y ácido alfa-linolénico- que sólo se pueden obtener a través de la dieta. Pese a esto, remarcaron que un consumo elevado “puede provocar un exceso de ingesta de energía”, como también tener un peso no adecuado; y también tener en cuenta el consumo de grasas saludables por encima de grasas saturadas y trans.
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En cuanto a los carbohidratos, estos “proporcionan la principal fuente de energía para el cuerpo”. Estos deben provenir “principalmente de cereales integrales, verduras, frutas y legumbres”, ya que son los más saludables.
Por otro lado, las organizaciones advirtieron sobre los riesgos que conllevan el consumo de alimentos ultraprocesados, ya que aumentan la posibilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares, sobrepeso, diabetes, problemas respiratorios, problemas de salud mental e incluso cáncer.
