El número dos del mundo de la ATP, el tenista alemán Alexander Zverev, reveló que padece diabetes tipo 1 y creó una fundación para combatir la enfermedad que le causó no solamente problemas físicos, sino también emocionales.
«Me daba vergüenza. En el colegio la gente se burlaba a menudo de mí. En una ocasión, alguien me robó todo el equipo, mi medidor de azúcar en sangre, la insulina, etc. Terminé encontrándolo en el suelo totalmente destrozado», contó este sábado.
Asimismo, el escolta del ruso Daniil Medvedev y medallista olímpico relató también: «Cuando era pequeño no pensaba mucho en esto; después, cada vez más. Quiero demostrar que se puede llegar muy lejos con esta enfermedad. Actualmente, con una carrera en el tenis y éxitos cosechados me siento seguro para hacerlo público».
Zverev tiene 25 años y la enfermedad le fue detectada cuando tenía apenas 4. A pesar de su condición, el deportista logró consagrarse en el tenis. «Quiero ser un ejemplo para las personas que padecen la enfermedad, también un apoyo para los niños que aún pueden evitar contraer la diabetes con una vida activa y la prevención adecuada. Creo que soy un privilegiado porque siempre quise jugar al tenis, viajar por el mundo y lo conseguí», destacó.
Para eso, decidió crear una fundación que se dedicará a proporcionar insulina y otros medicamentos vitales para ayudar a prevenir y controlar la diabetes.
QUÉ ES LA DIABETES TIPO 1
De acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EEUU (CDC), “si tienes diabetes tipo 1, tu páncreas no produce insulina o produce muy poca”, y explica que “la insulina es una hormona que ayuda a que el azúcar en la sangre entre a las células del cuerpo, donde se puede usar como fuente de energía”. “Sin insulina, el azúcar en la sangre no puede entrar a las células y se acumula en el torrente sanguíneo. Tener niveles altos de azúcar en la sangre es dañino para el cuerpo y causa muchos de los síntomas y las complicaciones de la diabetes”, indica el organismo sanitario.
En particular, la diabetes tipo 1 (antes se llamada diabetes insulinodependiente o diabetes juvenil) suele diagnosticarse en los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes, aunque puede presentarse en personas de cualquier edad.
Esta diabetes es menos común que la tipo 2 (entre el 5% y el 10% de los casos). Nadie sabe cómo prevenirla, pero la calidad de vida puede mejorarse siguiendo estrictos tratamientos, como “llevar un estilo de vida saludable, manejar los niveles de azúcar en la sangre, hacerse chequeos regularmente y conseguir educación y apoyo para el automanejo de la diabetes”.
Si el paciente es un niño pequeño, se recomienda a los padres una gran responsabilidad en la alimentación y el control de la enfermedad. Indican servirles alimentos saludables y aplicar las correspondientes dosis de insulina, además de estar atentos a la aparición de hipoglucemia (niveles bajos de azúcar en la sangre). En tanto, señalan que es indispensable estar en contacto directo con los profesionales médicos.
Por el momento, se cree que la diabetes tipo 1 es causada por una reacción autoinmune que destruye las células del páncreas que producen la insulina. Estas células se llaman células beta, y ese proceso puede suceder durante meses o años antes de que aparezca algún síntoma. Otras teorías vinculan la enfermedad a una cuestión genética, mientras que otros opinan que existen desencadenantes ambientales, como algún tipo de virus.
